El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, defendió este martes ante la Organización de Naciones Unidas (ONU) su dura política hacia los regímenes de Cuba, Venezuela y Nicaragua; además de las “históricas alianzas” que ha alcanzado con México, Guatemala, Honduras y El Salvador para contener la inmigración.
“Estamos defendiendo al pueblo de Cuba, Nicaragua y Venezuela en su justificada lucha por la libertad”, dijo Trump en su discurso anual ante la Asamblea General de la ONU, enviado en video debido a las restricciones derivadas de la pandemia del coronavirus.
Trump refrendó así su política de mano dura que ha mantenido hacia esos tres países latinoamericanos, oprimidos por dictaduras que se autodenominan “de izquierda”. En año de elecciones presidenciales, el actual mandatario espera tener el respaldo del estado clave de Florida –que ganó en reñida porfía en las urnas en el 2016– donde hay una nutrida población de origen cubano y venezolano que agradece su consistencia rechazando los mencionados gobiernos autoritarios.
Desde que asumió al poder en 2017, Trump ha congelado el proceso de “normalización” de relaciones con la dictadura de Cuba, comenzado por Obama, al aumentar la aplicación de sanciones económicas contra empresas estatales del castrismo (en su mayoría militares). Además, ha reconocido como presidente legítimo de Venezuela al líder opositor Juan Guaidó; y condenó la represión de Ortega en Nicaragua.
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Como hizo el año pasado ante la ONU, Trump también defendió este martes su política migratoria, y en particular los acuerdos alcanzados el año pasado con México y los países del triángulo norte de Centroamérica, destinados a contener el flujo de inmigrantes sin papeles hacia la frontera con Estados Unidos.
“Hemos llegado a históricas alianzas con México, Guatemala, Honduras y El Salvador para detener el tráfico de personas”, celebró el presidente.
Durante el cuarto discurso de Donald Trump ante la Asamblea General de la ONU, le dedicó varios minutos a China y a la pandemia del coronavirus, un tema en el que insistió que el Gobierno de Pekín debe “rendir cuentas” por contribuir a su explosión mundial.
Este mismo martes, el presidente designado por el general Raúl Castro para administrar Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, criticó a Estados Unidos al tiempo que afirmó sobre la ONU: “urge ya la democratización de esta indispensable organización”.
La portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., Morgan Ortagus, respondió publicando en su cuenta oficial en Twitter una imagen donde funcionarios del régimen de La Habana reprimen a activistas cubanos y el siguiente comentario: “El presidente Díaz-Canel habló sobre democratizar las Naciones Unidas, pero no su propio país”.
“Viola las convenciones laborales internacionales que Cuba ha firmado, mientras que sus palabras falsas sobre tratar a las personas con 'dignidad' enmascaran sus huellas de injusticias y abusos a los derechos humanos”, sostuvo la vocera del Departamento de Estado de EE.UU.
(Con información de EFE)