Foto: Alexandre Meneghini / Reuters
Desde que comenzó la pandemia de coronavirus, el cubano Rafael Viguera, de 55 años, se mudó solo a un pequeño quiosco de madera cerca de una fortaleza militar de La Habana, para aislarse socialmente y evitar contagiarse de la COVID-19, reportó la agencia inglesa de noticias Reuters.
Viguera, que dejó atrás una “cómoda casa” en la capital cubana, cree que ahora se encuentra a salvo de la pandemia de coronavirus, cuyo epicentro se halla en La Habana, la provincia que concentra más de 2000 contagios.
Antes de la llegada del coronavirus SARS-CoV-2 a la Isla, el habanero se dedicaba a vender jugos, limonada, agua de coco y mojitos a turistas que visitaban Cuba. Tras mudarse, transformó el quiosco en su hogar.
“Me siento protegido aquí en mi pequeña casa”, dijo a Reuters. “Extraño estar con mi familia (una hermana y un sobrino, con los que vivía antes de la pandemia), pero hablo con ellos por teléfono”, aseguró.
Según la agencia de noticias, Viguera duerme en una cama de 3,5 por 2,5 metros y mantiene la puerta del quiosco abierta para evitar el calor ocasionado por las altas temperaturas del verano en Cuba.
Por su parte, un amigo le suministra comida y agua.
Viguera declaró a Reuters que se quedará su “cabaña” hasta que acabe la pandemia de coronavirus. “Desearía que la enfermedad terminara ahora para poder irme a casa, pero estaré aquí hasta que no haya un solo caso, hasta que termine la pandemia”, dijo.
Este sábado, el Ministerio de Salud Pública (MINSAP) de Cuba sumó otros 35 casos de coronavirus, lo que eleva a 3617 el número total de personas diagnosticadas con la COVID-19 en la Isla desde la detección de la enfermedad en el territorio nacional el pasado 11 de marzo.
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De acuerdo con el doctor Francisco Durán García, director nacional de Epidemiología del MINSAP, actualmente se mantienen ingresados 1232 pacientes, de los cuales 44 están en vigilancia, 668 son sospechosos de haber contraído el coronavirus SARS-CoV-2 y 520 son casos confirmados o activos.
De los casos confirmados a lo largo de este viernes, 30 pertenecen a la provincia de La Habana y cinco a Artemisa. La capital cubana se mantiene con la mayor tasa de incidencia de casos confirmados por cada 100 000 habitantes.
Tras el comienzo de las medidas de desescalada a finales de junio, el régimen cubano echó atrás la reapertura en la capital de la Isla y en otros puntos del país por el rebrote de casos positivos a la COVID-19.
Hace dos semanas, el ministro de Salud Pública de Cuba, José Ángel Portal Miranda, aseguró que el país estaba "en presencia de un nuevo brote de la enfermedad (COVID-19) que pone en riesgo a toda nuestra población".
"El pronóstico indica que la situación está próxima a volverse en incontrolable si todos no tomamos las medidas que se han definido por el país, por lo tanto la amenaza de (la pandemia de) seguir creciendo se acentúa cada día que pasa", aseveró.