La empresa de envíos de remesas Western Union suspendió este miércoles los envíos de dinero a Cuba desde fuera de Estados Unidos, manteniendo el servicio sólo para transacciones estadounidenses.
Para Cuba, detrás de esta decisión está el estrangulamiento de Donald Trump que quiere ahogar la economía cubana. 6.600 millones de dólares es lo que representan las remesas en Cuba, las transferencias de dinero de la diáspora a la isla. El 90% de este dinero es enviado desde los Estados Unidos, y el otro 10% está ahora bloqueado.
Para los cubanos, las consecuencias financieras son importantes. Yasel, un joven cubano, cuenta a RFI que ya no recibirá la crucial ayuda que sus primos exiliados en España e Italia le han estado enviando hasta ahora.
“Es necesario para vivir, porque ayuda económicamente, con el salario no alcanza. Es un dinero menos que tienes que estar luchando para poder vivir”, explica.
Fue imposible conseguir que dijera cuánto dinero recibía, y muchos cubanos no confiesan en el micrófono que recibieron dinero del exterior. Sin embargo, se estima que el 60% de ellos están preocupados.
En una agencia de Western Union en una zona residencial de La Habana, ahora sólo se pueden recibir remesas de los Estados Unidos. El operador es inflexible: es culpa de Trump y el pueblo pagará por esta decisión. Oficialmente, la empresa se justifica por los "desafíos de operar sus servicios".
"Debido a desafíos singulares del servicio que opera las remesas desde países fuera de Estados Unidos hacia Cuba, Western Union puede perder su capacidad de operar transacciones hacia Cuba" desde estos países, había anticipado la empresa.
En octubre pasado, la administración de Donald Trump ya había limitado el envío de giros postales a 1.000 dólares por trimestre y por persona. Western Union había abierto estas transferencias a Cuba desde todo el mundo durante el histórico deshielo entre La Habana y Washington.