En un gesto solidario, el youtuber cubano Frank Camallerys recolectó fondos con el apoyo de sus seguidores, compró alimentos y los distribuyó a tres familias de La Habana que pasan por momentos apremiantes ante la escasez de comida en la Isla, y su iniciativa humanitaria la difundió en su canal de YouTube.
“Quiero dejar claro que mi intención es ayudar, no me quiero lucrar con la situación que esté pasando ninguna persona, y más con lo que está pasando a nivel mundial”, dijo Camallerys.
Dijo que al ver los videos anteriores se entenderá “como se está viviendo toda la situación para adquirir la comida en Cuba”, y mostró imágenes de las largas colas de personas que intentan comprar alimentos, sobre lo cual ADN Cuba ha informado ampliamente.
Cada bolsa contenía un paquete de espaguetis, una barra de guayaba, un jabón de baño, aceite de cocina, “uno de los productos por los que más se sufre en Cuba”, acotó; una lata de sardinas y una de atún, una lata de frutas en almíbar, un paquete de galletas, y una frazada de piso.
“Esto puede ayudar, sobre todo con lo complicado que está en estos momentos para adquirir las cosas”, añadió.
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El youtuber visitó las tres familias para entregar cada una de las tres bolsas o "jabas". En una de las familias beneficiadas vivía una persona de 49 años que, cuando niño, le dio meningitis y está postrado en una silla de ruedas.
“Mi objetivo, es unir a toda la comunidad de personas que me siguen, y que hemos creado en las redes sociales, para ayudar a las personas”, sobre todo las de la tercera edad, que la están pasando muy mal, agregó en el video.
Hace unos años, Radio TV Martí le dedicó un reportaje Camallerys, en el que el joven contó que para realizar sus videos “no necesita mucho, solo la cámara de su teléfono inteligente y su palo de selfies”.
El reporte señaló que el youtuber acostumbra a instruirse sobre el tema o lugar del que hablará, pero nada de guion preestablecido. Esa es su fórmula para crear contenido útil e interesante, en un tono jovial y espontáneo.
“Es la cámara de mi celular nada más, audio del celular, y aprovecho la luz del sol de las ventanas, explica Camallerys. “Ya todo después se arregla en la edición”.
