El ministro de la Industria Alimentaria, Manuel Santiago Sobrino Martínez, dijo este miércoles en la Mesa Redonda, que ellos "aspiran" a que los cubanos puedan comer langostas y camarones.
A él y a la cúpula del régimen de La Habana seguro no le faltan estos productos, pero para los cubanos de a pie la realidad es otra. Si en ocasiones no alcanzan pollo, ¿cómo van a soñar con langostas y camarones?
Sobrino Martínez comentó en el programa oficialista sobre la exportación de camarón y langosta, y reconoció que esto generaría "opiniones de por qué eso no nos lo comemos en el país".
"Podemos darnos el gusto de comérnoslo. Eso da para una vuelta. Vamos a estar felices un día. Pero la concreta es que vamos a estar sin leche en polvo para los muchachos y pasando más trabajo con un grupo de productos que garantizan la divisa", añadió el vocero del régimen cubano.
Es muy común entre los ministros de la isla este discurso de carencias, de escoger uno u otro producto, y tocar fibras sensibles como los alimentos para niños.
"No renunciamos a comérnoslo. El camarón este año va a sobrepasar las 11,000 toneladas de producción y se pretende de llegar a 13,000. No es que nosotros decimos que los cubanos no tienen derecho a eso. Aspiramos a poder tenerlo disponible para todos los cubanos pero tenemos que tener conciencia que de ahí sacamos el dinero que se necesita", expresó el ministro.
La noche de ayer, el funcionario emitió otras polémicas declaraciones.
Como si no bastara, Sobrino Martínez explicó que se estaba organizando con Agricultura un programa para el uso de otras especies, entre ellas, gallinas decrépitas, patos y conejos.
Como parte del balance realizado por el vocero del régimen, dijo que se fabricaron en este tiempo 19 máquinas conformadoras de croquetas por Comelec, y se ha "sobrecumplido" su producción.
Además, dijo que se gastan diariamente $1,6 millones en seis productos de la canasta básica, pero seguimos sin ver comida en las tiendas.
De acuerdo con el vocero del régimen de La Habana este monto se gasta solamente en la producción de leche en polvo, pollo, trigo, harina, aceite y soya.
Entonces, ¿cómo se explica que los cubanos de a pie tengan que hacer enormes colas para adquirir lo poco que hay, y a veces, se van con las manos vacías a casa porque no alcanzó?
