El científico cubano, Ariel Ruiz Urquiola, cumple más de 24 horas en huelga de hambre y de sed afuera de la Oficina de la Comisión de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas en Ginebra, esperando respuestas de este organismo ante una carta que presentó el lunes.
ADN Cuba tuvo acceso a un audio de Yaima Marín Díaz, quien reside en Suiza y ha estado al lado del biólogo en guardia ciudadana para que no le sucede nada.
Marín Díaz contó que llegó este mañana al sitio y se entera de que la policía quiere sacar a Ariel debido a que se encuentra cerca de una guardería y el dueño llamó molesto a las autoridades.
"Ariel está esperando respuesta a la carta que entregó ayer, le dije a la policía. Ariel está en un lugar donde no molesta a nadie ni se está manifestando. Estamos en espera de la respuesta de esta organización", agregó la cubana residente en ese país.
En llamada telefónica a las oficinas de la ONU, Yaima puso al tanto a los funcionarios sobre la huelga de Ruiz Urquiola, algo que ellos desconocían.
"Ellos me han dicho que mientras no proteste puede estar ahí. Está ahí esperando firme en su decisión. Está meditando tranquilo y esperemos que sea algo positivo”, concluyó la opositora.
Ariel Ruiz Urquiola se declaró en huelga de hambre y de sed desde este 22 de junio para demandar que su caso y el de su hermana, Omara, como víctimas del régimen de La Habana, sean escuchados.
El biólogo dirigió una carta a la Dra. Verónica Michelle Bachelet Jeria como Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos con el propósito de "que se me respete mi derecho a ser oído sin intermediarios en plenaria, como víctima de crimen de lesa humanidad, de tortura, por parte de la dictadura cubana, cuyo gobierno ha sido reconocido como miembro del Consejo de Derechos Humanos de la ONU desde su creación en 2006 y en casi todas sus ediciones, firmando los pactos internacionales de derechos Civiles y Políticos, así como Económicos, Sociales y Culturales en 2008, pero sin ratificarlos. Esto último no lo exime de responsabilidad por sus crímenes de lesa humanidad en contra de sus ciudadanos ante la ACNUDH".
También menciona que su objetivo no es demandar al gobierno cubano sino explicar sus casos como un ciudadano que aún confía en la ONU.
Recientemente el activista denunció que la Seguridad del Estado había envenenado animales en su biogranja “El Infierno”, la cual se localiza en Viñales, Pinar del Río. Varias imágenes en un post de Facebook podrían dar fe de lo que sucedió allí. "¡Nuestra familia Urquiola en pie y sin bajar la cabeza ante la brutal fuerza destructora del desgobierno cubano, hasta el último de nosotros!”, agregó en su publicación.
Ruiz Urquiola fue expulsado en 2016 del Centro de Investigaciones Marinas de la Universidad de la Habana por exponer las malas prácticas ambientales del régimen. Más tarde en 2018 lo condenaron a un año de prisión por desacato. Ruiz Urquiola respondió a su juicio con una huelga de hambre y sed de 16 días.
A finales del año pasado este biólogo cubano acusó al régimen de haberle inoculado el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) en el hospital Abel Santamaría de la ciudad de Pinar del Río. Fue trasladado allí luego de la huelga ya referida.