Unas 160 camas están listas en el Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí (IPK), para enfrentar la posible llegada del coronavirus a Cuba, informaron hoy directivos de esa institución a medios oficiales.
“Nos estamos preparando también para recibir casos de niños o embarazadas que puedan tener sospecha de esta enfermedad. Tenemos dispuestas 20 camas para estos grupos, el resto es para pacientes adultos, hombres y mujeres que puedan padecer la covid-19”, agregó Manuel Romero, director del IPK.
“Nuestro centro está preparado para recibir a pacientes que tengan alguna sintomatología desde el punto de vista clínico y epidemiológico. De hecho, hemos recibido pacientes en vigilancia. Se han tomado y analizado ocho muestras específicas para la covid-19 que han sido negativas”, añadió.
De acuerdo con Romero, en los laboratorios de este centro se realiza el diagnóstico para 17 virus respiratorios, 16 que habitualmente se vigilan en todo el país, más el nuevo coronavirus.
Estas no son las únicas medidas que ha tomado el régimen para evitar la entrada del virus, o mitigar sus efectos. Según el ministro de Salud, José Ángel Portal, hay 2400 camas en todo el país dispuestas para recibir enfermos, y más si fuera necesario.
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La ruta crítica, que se ha ido explicando a través de los diferentes medios, es que puede recibirse algún paciente a partir de su entrada por puertos, aeropuertos, marinas u hospitales, que tengan alguna sintomatología sospechosa. Estos se llevan a un centro de aislamiento, locales que están diseñados en todo el país con este fin y luego se trasladan a los hospitales de referencia para cada región, explicó Romero.
Los laboratorios están equipados y tiene los medios necesarios para el diagnóstico de la enfermedad, que han sido facilitados por el Ministerio de Salud y por la Organización Panamericana de la Salud, reiteró el especialista.
La epidemia de coronavirus de Wuhan, una de las mayores crisis sanitarias de los últimos años cuyas consecuencias son todavía impredecibles, se ha extendido por más de 95 países y afecta a unas 110 mil personas, de las que más de 3800 han perdido la vida.