Este sábado 9 de enero el Ballet Nacional de Cuba (BNC) retomó las presentaciones en su sede del Gran Teatro de La Habana “Alicia Alonso”, luego de un largo período de interrupción por las incidencias del nuevo coronavirus en la Isla.
De acuerdo a una publicación en Facebook del realizador, escritor y presentador del programa televisivo La danza eterna, Ahmed Piñeiro Fernández, “la primera función del Ballet Nacional de Cuba con los nuevos precios en el Teatro (120. 00 CUP, la platea)” estuvo “casi vacía”.
Según señaló el también profesor de Historia de la Danza en el Instituto Superior de Arte, la falta de asistencia del público, “no fue precisamente porque se ha reducido la venta de boletos, ante las necesarias medidas que hubo que tomar como consecuencia de la Covid-19”.
La inflación en Cuba se expande por todos los sectores y la cultura oficialista, tradicional baza del régimen para justificar su poder, no es la excepción. Los precios del Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso se dispararon y andan por las nubes, aunque elijas sentarte abajo.
En la página oficial en Facebook de la institución se informó: “Con las medidas de reordenamiento económico que implementa el país, han sido modificadas las tarifas de servicios culturales y espacios teatrales”. En tal sentido, la dirección del coliseo comunicó sus nuevos precios de boletos de entrada:
PLATEA: 150.00 CUP
PRIMER BALCÓN: 125.00 CUP
SEGUNDO BALCÓN: 125.00 CUP
TERTULIA: 50.00 CUP
PARAÍSO: 50.00 CUP
EXTRANJEROS: 750.00 CUP
Ahmed Piñeiro Fernández, subrayó que esta primera función del BNC contó con un “interesante, variado y diverso programa concierto, que incluyó la actuación de casi todas nuestras primeras figuras, así como la de algunos de los más talentosos jóvenes con que cuenta hoy el principal conjunto danzario cubano”.
“Una muy linda función, en la que los bailarines defendieron cada obra (el segundo acto de El lago de los cisnes, Concerto DSCH, Unto the end, we meet; Love Fear Loss y Majísimo) con un deseo y un rigor contagioso y emocionante”, subrayó.
“Qué tristeza que se haya bailado para un teatro casi vacío”, lamentó el profesor.
El Ballet Nacional de Cuba ha contado siempre con un público fiel y efusivo que llena los teatros durante sus presentaciones, no solo en la isla si no también durante sus habituales funciones a nivel internacional.
Sin embargo, la aguda crisis económica que atraviesa el país, acentuada por las medidas impuestas por el régimen, marcó distancia entre los admiradores cubanos y la respetada compañía.
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La publicación realizada por Piñeiro Fernández, desató disímiles reacciones y comentarios. La usuaria en Facebook Marlene Barrios, refirió: “Da la impresión que esto del reordenamiento lejos de reordenar lo que desordena, todo parece que se está improvisando con algo muy serio: el bolsillo del pueblo”.
Por su parte, Eberto García Abreu, señaló: “Una pena... espero que muy pronto rectifiquen los nuevos precios y los análisis matemáticos que los sustentan de manera absurda, distante de la concepción de la cultura y las artes como áreas protegidas y subvencionadas por el estado. Este análisis tiene que considerar integralmente la creación, los modos de producción, las condiciones de las instalaciones culturales y las condiciones sociales y económicas de los públicos. En la cultura no siempre 2 + 2 = 4”.
“¡Penoso! Pero no fue sorpresa... No todos los teatros en el mundo pueden cubrir sus gastos y por eso existen otros mecanismos de protección. Aquí no basta con subir el precio como consecuencia de un aumento salarial y que conste que funciones como éstas lo valen y bien, incluso más... Pero hay que buscar fórmulas que permitan un equilibrio, pues ahora con situaciones como esta seguirá sufriendo el Teatro, que no vende sus capacidades y por ende no cubre sus costos. Sufren los artistas y los técnicos... Y llega a menos personas, un arte que debería ser para todos, o la mayoría. ¿Quién gana?”, expresó Fernando García León.
Ante la escalada de nuevos casos positivos a la Covid-19 en el país, el Consejo de Defensa Provincial (CDP) de La Habana, una de las provincias de mayor incidencia, dispuso medidas restrictivas para intentar frenar la propagación de la enfermedad, entre las que se incluye que quedan prohibidas la actividad en los cines, teatros, bares, y centros recreativos.