¿De qué sirven los corresponsales de los principales diarios franceses en La Habana? Esa es la pregunta que se hace el libertario y activista cultural francés Floréal Melgar al analizar la imagen errónea que de Cuba tiene el francés medio.
Autor del libro Cuba, crónicas de una pesadilla sin fin, Melgar lamenta que la mayoría de sus compatriotas y de los europeos, excepto, tal vez, en España, vean a Cuba con un halo romántico y simpático, como esa isla rebelde de buena medicina y educación que resiste al “bloqueo” de la mayor potencia contemporánea.
“Décadas de propaganda engañosa y del antiamericanismo muy presente en Francia han hecho que muchos vean la ‘revolución’ cubana con simpatía. No solo los militantes y seguidores comunistas, sino toda la izquierda e incluso sectores moderados de la derecha francesa”, afirmó el activista galo en entrevista con Diario de Cuba.
“Todas estas personas repiten como loros el catecismo castrista sobre las ventajas de la medicina y la educación en Cuba por un lado, y el horror del ‘bloqueo’ americano por otro.
Añades a eso los clichés sobre las playas paradisíacas, la música cubana y los viejos coches americanos en La Habana Vieja y te da una idea de cómo el francés medio imagina Cuba. No conocen nada de la realidad de la vida cotidiana del pueblo y, cuando alguien la revela, lo niegan o miran para otro lado porque socava el fanatismo de unos y los prejuicios de otros”, agregó.
Esos motivos, así como el desconocimiento en Francia de nombres como Wilman Villar Mendoza, Oswaldo Payá Sardiñas o Silverio Portal, llevan a uno a preguntarse “de qué sirven los corresponsales de los principales diarios franceses en La Habana”.
“Sin duda están bien alimentados y alojados, pero nos gustaría que nos dieran más información”, dijo Melgar, cuyo libro contiene notas biográficas de algunos de los cubanos más destacados actualmente en la lucha por la libertad y, por tanto, más reprimidos por el régimen.
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El volumen, según explicó a Diario de Cuba, está dirigido principalmente a “los lectores francófonos que no están al tanto de lo que sucede en Cuba”.
“Los medios de comunicación apenas mencionan, a través de casos concretos, la permanente represión que reina en la Isla… Hace apenas unos días el nombre de Luis Manuel Otero Alcántara fue mencionado por varios diarios franceses tras la congregación de artistas e intelectuales cubanos frente al Ministerio de Cultura, a raíz de la huelga de hambre de los miembros del Movimiento San Isidro”, criticó el activista.
Sobre los disidentes cubanos refirió que muchos son personas de gran coraje. “Lo que hacen, lo que escriben con gran tenacidad a pesar de la represión y el acoso constante de la policía política provoca mi admiración por ellos”.
En cuanto a si su ideología libertaria o anarquista no le debería inducir a simpatizar con el gobierno de la isla, el francés sentenció que el anarquismo no es exactamente izquierda o extrema izquierda, como se ha querido ver, y que él no puede “sentir simpatía por los activistas políticos que hacen de la toma del poder su credo, ya que el poder es la causa fundamental de todo mal”.
“No puedo ponerme del lado, en particular, de quienes convierten este poder, cuando lo han conquistado, en una fortaleza inexpugnable, represiva y policial, y ejercen sobre la población una dictadura feroz que aniquila los derechos más elementales del ser humano.
No estoy en absoluto del lado del Gobierno cubano, sino del lado de aquellos que sufren su represión y que luchan en particular por los derechos más básicos, como la libertad de expresión”, concluyó.