El estudiante universitario Diosdado Verdecia denunció, este 23 de octubre, que la Seguridad del Estado cubana lo amenazó con procesarlo por “Desobediencia” si asiste a la convocatoria de la Marcha Cívica por el Cambio el próximo 15 de noviembre.
“La Seguridad del Estado me amenazó esta tarde con acusarme del delito de Desobediencia si decido salir a manifestarme el #15N” escribió en su perfil de Facebook.
Unas horas antes Verdecia compartió una fotografía de la citación que recibió con motivo de una “entrevista”, en la estación de la policía de Regla, La Habana, a la 1:00 p.m. de hoy.
“¡URGENTE! Acabo de ser citado por un Agente de la Seguridad del Estado para la 13ra Estación de la Policía de Regla con motivo "ENTREVISTA" a la 1pm de hoy 23 de Octubre. Yo soy firmante de la Carta en apoyo a la Marcha Cívica por el Cambio del 15N cuyo correo fue enviado a la ANPP y al despacho de la Presidencia de Cuba”, señala la publicación.
Verdecía, estudiante de Ciencias de la Información en la Universidad de la Habana, fue uno de los firmantes de la notificación entregada por el grupo Archipiélago para realizar una marca pacífica el próximo 15 de noviembre en La Habana.
El régimen cubano ha interrogado y amenazado a quienes, desde sus redes, han mostrado apoyo y voluntad de participar en la convocatoria realizada por Archipiélago.
El delito de desobediencia en el Código Penal cubano (Artículo 147.1) prevé una sanción de tres meses a un año o multa de trescientas cuotas o ambas a el particular que desobedezca las decisiones de las autoridades o los funcionarios públicos, o las órdenes de los agentes o auxiliares de aquéllos dictadas en el ejercicio de sus funciones.
Yunior García Aguilera, uno de los impulsores de la manifestación fue víctima ayer de un acto de repudio. La puerta de su domicilio amaneció con palomas decapitadas, basura y plumas.
En los últimos días varios activistas y miembros de la sociedad civil han denunciado situaciones similares e incluso se han reportado despidos de centros de trabajo a quienes ejercen su derecho a la libertad de expresión.
*Texto de Jancel Moreno, colaborador de ADN Cuba