La Seguridad del Estado cubana habría accedido al teléfono y las conversaciones privadas en aplicaciones de mensajería del artista Hamlet Lavastida, detenido en Villa Marista desde el 26 de junio y acusado de “incitación a la rebelión” e “instigación a delinquir”.
El hecho fue denunciado este lunes por el artista Julio Llópiz-Casal en su perfil de Facebook, donde aseguró que, según las prácticas de procedimiento penal en Cuba, Lavastida “no ha tenido acceso a ninguna vía de comunicación a distancia y mucho menos acceso a su WhatsApp”.
Por ello, analizó, “el último acceso que notifica la app, del día 28 de junio sólo puede haber sido posible porque la propia Seguridad del Estado accedió a su teléfono”.
Llópiz-Casal compartió en su post varias imágenes de conversaciones que amigos de Lavastida sostuvieron con éste en días previos a su detención. En ellas puede verse que la aplicación reporta un ingreso en la madrugada del 28 de junio, dos días después de que el artista fue detenido en el centro de aislamiento donde terminaba la cuarentena obligatoria tras su regreso de Berlín.
Sobre el caso contra Lavastida, su colega Llópiz-Casal, también miembro del Movimiento 27N, aseveró que es una fabricación que no es sostenible desde el punto de vista legal, ni desde el punto de vista moral o algún otro.
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“El Estado cubano miente a la madre del artista diciéndole primero que no hay problema con él para luego decirle que es un terrorista. El Estado cubano adiciona causas a su caso como si estuviera escribiendo una novela de espionaje. El Estado cubano intenta vincular la estancia de Hamlet en Varsovia hace años y la reciente en Berlín con una conspiración internacional orquestada por la Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos, como si estuvieran produciendo una historieta”, criticó.
Asimismo, denunció que el régimen “impone su delirio y su manía de Plaza Sitiada al mundo a las personas (cubanas o no) más necias, insensatas y corruptas, a través de la intimidación y las relaciones de conveniencia más bajas y canallas”.
“En definitiva, el Estado cubano aplasta a un artista, a un ciudadano, para justificar ante el mundo la ineficiencia política y económica que está obligando a que surja un término más exacto que subdesarrollo para referirse a la realidad cubana. El Estado cubano hoy es el estado de estupor de un enfermo en fase terminal”, concluyó.
Incitación a la rebelión
Un nuevo cargo de “incitación a la rebelión” se agregó este lunes a los ya formulados contra el artista Hamlet Lavastida por la Fiscalía de Cuba, según aseguró su colega Katherine Bisquet.
De acuerdo con Bisquet un oficial de la Seguridad del Estado comunicó verbalmente la noticia a la madre de Lavastida, quien visitó este lunes Villa Marista, sede de la Seguridad del Estado, para recoger el acta del fiscal, un documento requerido a fin de nombrar a un abogado defensor.
El acta le fue denegada una vez más, denunció Bisquet y detalló que el oficial le informó que la prueba del nuevo delito son publicaciones en redes sociales del artista, que supuestamente incitaban a salir a protestar cuando los miembros del Movimiento San Isidro se acuartelaron en su sede —ubicada en el municipio capitalino Habana Vieja— en noviembre de 2020.