Puede que el economista Elías Amor tenga razón al establecer esta analogía: en Cuba estamos como en la Colonia, los empresarios queriendo prosperar y el régimen, como el gobierno español, haciendo para que no prosperen.
El gobierno comunista quiere controlarlo todo, y en ese afán, es capaz de dejar languidecer la economía cubana, si eso implica que los empresarios nacionales o extranjeros quedarán fuera de los negocios, o dentro, pero sometidos a la vigilancia del Estado cubano.
El artículo publicado por Democracia Participativa viene a propósito de unas declaraciones del actual embajador de Reino Unido en Cuba, Antony Stokes, quien en su perfil de Tweeter explicó las ventajas que tendría para Cuba y sus socios comerciales la anunciada unificación monetaria que en principio debe realizarse en algún momento en la Isla.
“Ignoro si el mensaje del embajador británico ha pasado desapercibido para las autoridades comunistas, pero no ha caído en saco roto, a tenor de las réplicas de algunos emprendedores privados cubanos. De pronto es como si la historia se volviera a repetir”, aseguró Amor en relación a la breve ocupación de los ingleses de La Habana (1762-63) durante la que floreció el comercio.
“Hoy, más de 250 años después, la historia parece repetirse. Los actores parecen los mismos. El inglés que defiende la unificación monetaria en Cuba como un medio para disminuir los obstáculos que bloquean las inversiones en la isla, sobre todo de Reino Unido; el régimen comunista (el equivalente a la poderosa metrópoli) que calla y permanece atento a los acontecimientos”, agregó.
Con ello, el diplomático inglés expresaba uno de los objetivos de los países europeos que tratan de comercializar directamente con los pequeños y medianos productores cubanos, al margen de la presencia del estado comunista, situación que se podría ver beneficiada con la unificación monetaria.
Al parecer, desde finales de 2019, empresarios independientes de Reino Unido han intentado definir negocios privados con Cuba, en el sector tabacalero y proyectos para la generación de electricidad a partir de la energía solar y la biomasa. En especial un parque solar enclavado en la Zona Especial de Desarrollo de Mariel.
Incluso, se abordó la posibilidad de vuelos directos entre Londres y La Habana por parte de la aerolínea Virgin Atlantic. Recientemente, la farmacéutica BioFarma ha abordado una joint venture para la venta de medicinas en Reino Unido.
Los ingleses conceden una importancia principal a sus inversiones en Cuba, y así se lo han explicado en varias ocasiones a la viceministra primera de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera.
Hoy, igual que en 1762, tienen delante un interlocutor que desconfía de las fuerzas de la libertad económica, del comercio y los derechos de propiedad.
“Los comunistas cubanos no quieren perder el control de la economía, porque ese es el control del poder. El imperio español hizo otro tanto a finales del siglo XVIII y en menos de un siglo se encontró con la independencia de las antiguas colonias. Ojalá que no haya que esperar tanto”, concluyó.