El actor cubano Omar Franco, radicado en Miami y conocido por su personaje de “Ruperto” en el programa humorístico “Vivir del Cuento”, celebró esta semana su primer año viviendo en “tierras de libertad”.
En el “Show de Carlucho”, donde trabaja desde su arribo a Miami, el actor cubano aseguró que su labor en el programa cubano fue como “una terapia ocupacional”. Aseguró que estar ahí lo ayudó a insertarse en el mundo del humor en la ciudad, sobre todo en los eventos nocturnos.
“Yo, que he podido trabajar con todo el abanico de los humoristas, desde los más encumbrados, los más intelectuales, hasta incluso los más ordinarios, y te digo de corazón que tú has logrado hacer un equipo. No un all stars, un equipo”, expresó Franco sobre el trabajo en ese show.
Omar Franco confesó que este año le fue bien en Estados Unidos, ha tenido trabajo y no está arrepentido de haber tomado la decisión de emigrar, aunque lamentó la muerte en la distancia de su padre y su suegro.
Para la realidad en la isla, el artista también tuvo palabras en la conversación con Carlucho. “Sí, me duele Cuba. Me sigue doliendo”, agregó.
“A los que son odiadores de allá para acá, en vez de estarse preocupando por criticarnos a nosotros, que un día se sienten y critiquen a ese gran Parlamento cubano que quiere tanto a los cubanos y no es capaz de decirle a todos esos dirigentes, que viven bien además, dónde están los miles de millones que dio Rusia para el problema energético del país”, dijo, en referencia a las llamadas “ciberclarias”.
“Por qué 1,500 millones gastados en hoteles en Cuba cuando ni el 40% de las casas en Cuba para los cubanos se construyen (…) Cuánto es el presupuesto del Ministerio del Interior y de las Fuerzas Armadas, porque este último año, después del 11 de julio, se han preocupado más por reprimir al pueblo que por resolverle problemas al pueblo”, añadió.
“Yo voy a seguir luchando también por la libertad de los presos políticos, muchachos jóvenes que salieron a expresarse, por eso se le tiene que decir que es una dictadura. Sé que las puertas se te cierran porque son los dueños de esa finca, pero lo menos que puedo hacer como artista es expresar lo que siento”, concluyó Franco.