La exportaciones chinas hacia Cuba decayeron considerablemente en el pasado 2019, siendo las cifras más bajas en una década.
De acuerdo con un reportaje de Reuters, dicho intercambio había disminuido aproximadamente $ 1.9 mil millones en 2015 y $ 1.1 mil millones en 2018.
Esta información fue brindada por Oficina de Aduanas de China, que alega que el régimen cubano está en una crisis de liquidez, mientras que La Habana no ha revelado datos oficiales del año anterior.
Sin embargo la agencia asegura que a pesar de la baja de China, Cuba ha incrementado negocios con Rusia y la Unión Europea (UE).
Precisamente en septiembre del 2019, la entonces alta representante de la UE, Federica Mogherini, de visita oficial en la isla, habló de incrementar el comercio y las inversiones y sobre "la necesidad de contrarrestar la aplicación de la Ley Helms-Burton y sus efectos extraterritoriales, que impactan a las personas naturales y jurídicas europeas".
En declaraciones a Reuters, Bert Hoffman, experto en América Latina del Instituto Alemán de Estudios Globales y de Área, dijo que "el perfil bajo de China puede reflejar la creciente insatisfacción de Beijing con la falta de voluntad de Cuba para embarcarse en un curso de reforma económica más coherente".
Mientras se da esta disminución de productos chinos hacia el mercado cubano, las exportaciones globales del gigante asiático crecen, alcanzando en 2019 los $492 millones, principalmente azúcar y níquel.
Cuba y China mantienen unas estrechas relaciones políticas y económicas, en las que el país asiático destaca como uno de los principales aliados de la isla y su segundo socio comercial con un intercambio que en 2018 alcanzó unos 2.000 millones de dólares.
Los suministros provenientes del país asiático abarcan una amplia gama de productos presentes prácticamente en todos los sectores de la vida económica y social de la isla, como la salud, la educación, la electrónica, el transporte, la informática, las telecomunicaciones y la alimentación.
Cuba fue, en 1960, el primer país latinoamericano en establecer relaciones diplomáticas con la República Popular China, que se había creado en 1949.