Las inversiones en la Zona Especial de Desarrollo del Mariel (ZEDM) son a cuenta gotas. De ahí que el régimen publicite con bombo y platillo todas las que se logran. Atrás quedó la euforia por el despegue de lo que se prometió sería una gran competencia para el Canal de Panamá y los grandes puertos de comercio e inversiones regionales, y va quedando como otro de los desencantos o aventuras de la economía “socialista” cubana.
Así, los medios oficialistas dan cuenta hoy de la inauguración oficial en la ZEDM de la fábrica mexicana Richmeat, la cual se espera sea “una empresa líder en la producción y comercialización de productos cárnicos a nivel nacional”.
Involucrada en los encadenamientos productivos del país, al utilizar materia prima local, según el oficialista Granma, Richmeat oferta sus productos en las tiendas cubanas desde finales del pasado año.
De acuerdo con ese medio, órgano oficial del único partido de la isla, la empresa “está compuesta por un capital 100 por ciento extranjero y posee una capacidad para procesar 400 toneladas de carne mensualmente”.
En su inauguración oficial este viernes estuvo presente el embajador de México en Cuba, Miguel Díaz Reynoso, quien “calificó la presencia de esa empresa en la isla como una buena noticia para el pueblo cubano y para los empresarios aztecas, quienes, luego de esta experiencia, podrán ver que sí se puede venir a Cuba y establecerse con seguridad y perspectivas de crecimiento”.
Y es que Granma y el discurso oficial todo no renuncian a la idea de pasar gato por liebre cuando de inversión extranjera se trata. Pretenden hacer ver que hay “confianza de los inversores en Cuba”, cuando muchas veces los primeros denuncias trabas y controles desmotivadores para emprender cualquier inversión importante.
Por si fuera poco, a esos controles típicos de un régimen no democrático y manipulador exhaustivo de la economía, se suman las amenazas y sanciones de Estados Unidos contra todo aquel que pretenda hacer negocios con o en el país.
No obstante, para el gobierno cubano, así el monto total sea escaso y diste de lo prometido, anhelado y necesitado realmente por una economía estrangulada y estancada, cualquier inversión “confirma confianza y seguridad”.
En tal sentido, Yanet Vázquez Valdés, directora adjunta de la ZED Mariel, espetó que “esta fábrica es una manifestación evidente del reconocimiento sobre las oportunidades que ofrece el mercado cubano, así como de la confianza en la política de nuestro país para favorecer el establecimiento de la inversión extranjera directa y garantizar su protección”.
Asimismo, el diario del PCC reflejó las palabras del embajador azteca en la inauguración, quien, fiel al cariño histórico que México tiene con Cuba, salvo el paréntesis que significaron los sexenios presidenciales de los panistas Vicente Fox (2000-2006) y Felipe Calderón (2006-2012), manifestó que en la planta de Richmeat “hay confianza mutua y seguridad en el futuro del país”.
“Por eso la labor de la promoción de las exportaciones mexicanas hacia Cuba y el seguimiento a proyectos inversionistas como este constituyen un elemento muy importante en la relación bilateral, ya que cada día se incrementa el interés de los empresarios mexicanos por establecer sus empresas aquí. Al Gobierno de México le interesa ratificar su compromiso de impulsar la participación de nuestro sector privado en la actualización del modelo económico de Cuba”, afirmó.
