El próximo 10 de octubre, Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez va camino a ser designado Presidente de la República de Cuba, en medio de un escenario que él mismo ha calificado como “una situación coyuntural” producto de la escasez extrema de combustible.
Una coyuntura se define como una “combinación de factores y circunstancias que se presentan en un momento determinado”. Sin embargo, la persistencia de las escaseces y las señas nada halagüeñas que llegan desde el exterior, hace que los cubanos cuestionan el carácter circunstancial del término. Y Díaz-Canel lo sabe. Lo reconoció cuando escribió que “lo coyuntural puede sugerir optimismo excesivo, pero no fijar límites a esa situación habría sido innecesariamente pesimista e irresponsable”.
Coyuntura es el nuevo eufemismo, que al igual que “período especial” viene a nombrar lo que en realidad es una crisis estructural del modelo económico y político cubano —ese que se empeña en continuar el presidente—, recrudecida por la presión proveniente del gobierno norteamericano y la inestabilidad en Venezuela, principal socio comercial de la Isla.
La siguiente línea temporal presenta las diversas “coyunturas” que hemos vivido los cubanos en el año y medio de gobierno de Díaz-Canel. Las fechas que marcan el inicio de cada una de ellas han sido determinadas a partir de reportes de prensa, pero no son exactas, ya que debido al carácter recurrente, cíclico e intermitente de la mayoría de estas crisis, resulta difícil ubicar un principio y mucho más aún el final.
Un breve repaso de los 12 puntos que conforman esta línea temporal, confirma la triste realidad de que hemos vivido en una “coyuntura” variada y continua.