El artista y activista cubano Luis Manuel Otero Alcántara denunció el derrumbe de otro balcón en La Habana, luego que el 27 de enero cayese uno en una edificación del barrio Jesús María y provocase la muerte de tres menores.
“Acaba de caerse una reja de un balcón al doblar de mi casa. ¡Parece casual! ¡Pero no! Así está La Habana. Por suerte nadie pasaba”, escribió Luis Manuel en la descripción que acompaña el video, de unos 45 segundos de duración.
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En el mismo se ve al artista protegido con un casco, en el que se lee algo sobre los riesgos de muerte por los derrumbes en Cuba. A raíz de la muerte de las niñas, con la etiqueta #PeligroDerrumbeCuba se da continuidad a una iniciativa ciudadana que busca preservar la vida, advirtiendo a todos de cuáles son las construcciones con peligro de derrumbe.
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Valiéndose de las redes sociales, muchos cubanos denuncian y exponen otro de los grandes fallos del “sistema revolucionario”: la problemática de la vivienda y sus implicaciones incluso para la vida.
Ante la innegable existencia de miles de edificaciones, si no más, en peligro de derrumbe, cual mortíferas bombas de tiempo, influencers, activistas y cubanos de toda índole muestran en el espacio digital la triste realidad constructiva de un país detenido en el tiempo, incapaz muchas veces de garantizar lo más preciado de sus ciudadanos: la vida.
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El breve video de Luis Manuel es un ejemplo más de cuán deteriorado está el fondo habitacional y constructivo, así como de qué tan probable es que, cuando uno menos lo espera, un balcón se caiga o un edificio se derrumbe. Por tanto, contrario a lo que algunos sugerían, la iniciativa ciudadana de exponer los peligros de derrumbes no es politización barata, sino una pequeña acción que muchos quieren seguir para concientizar a las autoridades cubanas y revertir la pésima situación que se vive.