Un medio oficialista manifestó la preocupación por la "pandemia" de los llamados acaparadores en Cuba.
En una nota publicada por el periódico cienfueguero 5 de septiembre, se critica fuertemente a aquellas personas que compran productos (detergentes, sal, jabones, aceite, vasos, cucharas, tintes) para después revenderlos.
Al referirse al perfil del "acaparador", la periodista dice que "unos se arriesgan, dan la cara, tú los visualizas en la penosa cola…, otros llevan uniforme, tacones de boutique, pelos con keratina y labial rojo". Pareciera que con estos últimos se refiere a los propios funcionarios de los establecimientos.
La autora agrega además, que se deberían aplicar las sanciones correspondientes.
El Artículo 230 especifica que se sanciona con privación de libertad de tres meses a un año o multa de cien a trescientas cuotas o ambas al particular al que:
a) adquiera mercancías u otros objetos con el propósito de revenderlos para obtener lucro o ganancia.
b) retenga en su poder o transporte mercancías o productos en cantidades evidente e injustificadamente superiores a las requeridas para sus necesidades normales.
"¿Se está aplicando lo anterior, en realidad? Seamos honestos: No. De hacerlo, las cosas fueran distintas y no creciera exponencialmente el número de revendedores, al punto que ya puede considerarse un fenómeno casi pandémico en Cienfuegos", sentencia la nota.