En medio de la crisis acentuada por la propagación de la pandemia de la COVID-19 una madre cubana denuncia el desamparo a la que la obliga el régimen, quien no escucha sus reclamos. El pasado 25 de junio ella y sus tres hijos pequeños tuvieron que dormir a la intemperie.
Yanisleidy Bermúdez Pérez vivía con sus tres hijos de seis meses, cuatro y ocho años en una casa alquilada en la Loma de la Candela en Santa Clara, la capital de Villa Clara. Ante la venta inminente del inmueble por parte de sus propietarios, esta madre de 27 años se vio obligada a dormir sin techo. Actualmente está residiendo en una vivienda prestada por una vecina, ahí solo puede estar por cortos días y el gobierno no da respuesta a su caso.
Bermúdez Pérez, en entrevista con el medio independiente Cubanet, expresó que las autoridades hacen caso omiso de sus problemas: “Por años he ido al Partido Comunista de Cuba, a la Asamblea Municipal y he contactado con trabajadores sociales. Pero nada, no ha habido nada para mí”.
“Mi vida día a día es una tristeza: tengo que hacer de tripas corazón para darles un poquito de comida a mis hijos. Se han mantenido gracias a las personas que viven cerca y les regalan cosas”, confesó.
Debido a la carestía en la que sobrevive, esta joven no puede alimentar apropiadamente a sus hijos y asegura que acuden a la escuela con los zapatos y las mochilas rotas.
El delegado de la zona, más conocido como “El Pescado” por la vecindad, le comunicó que no existe disponibilidad para otorgarle una vivienda. Además, el régimen le ha negado ayuda financiera bajo la excusa de que el país atraviesa un momento difícil y no hay recursos.
Tampoco ha logrado trabajar por su situación de madre soltera: “Yo no he conseguido trabajo, la Federación de Mujeres Cubanas tampoco me ha ayudado en eso. En el sector privado también ha sido imposible porque tengo muchos hijos que dependen únicamente de mí”, explicó a Cubanet.
“Quiero que el Gobierno me dé una vivienda sin lujos, pequeña pero digna, para no rodar más con mis hijos. ¿Acaso no dicen que todos los niños en Cuba son felices? Pues los míos no lo son, yo no lo soy, no merecemos vivir así”, recalcó
Uno de sus hijos padece de Trastorno del Espectro Autista (TEA), mientras que otro tiene un soplo en el corazón, condicionantes que agravan su situación. Bermúdez Pérez solo pide que se facilite una pensión para alimentar como es debido a sus tres pequeños.
La activista Yanisbel Valido, quien comunicó a Cubanet las precarias condiciones en que vive esta madre, dijo al medio de prensa que “Hace meses ella viene denunciando su situación. Nos pidió ayuda a mí y a mi esposo, pero lo único que podemos hacer es promover que su caso sea publicado y así el Gobierno se sienta presionado. Ojalá logremos que consiga su propósito. Es muy triste no tener dónde vivir, pero es peor cuando se tiene niños tan pequeños”.
Sobre la vivienda que ahora ocupa esta mujer, Valido informó que es inhabitable. En la casa no hay ni siquiera un baño. Recientemente el Gobierno de Santa Clara notifico que en el plazo de dos semanas valoraría otorgarle un crédito para la construcción de un inmueble de pequeñas dimensiones. Al respecto, Valido dijo “el crédito y la construcción de una vivienda, en caso de que no sean promesas falsas, tardarán meses si no años”.
Casos similares pueblan la Isla, otro ejemplo es Yelena, madre de dos hijos, uno de ellos padece de osteoporosis crónica generalizada. Su casa se inunda de aguas albañales y ella teme por la salud de sus hijos menores de edad. Yelena se gana la vida como costurera, una profesión que no trae muchas ganancias al hogar de una madre soltera. Las autoridades no hacen nada ante los reclamos que desde hace años viene haciendo.
Recientemente otra mujer de Santiago de Cuba se quejaba de llevar cinco meses sin electricidad en su vivienda. Daniuska Isaacs Sánchez es madre de tres niños y también ha explicado su caso ante las instituciones competentes, las cuales no se han pronunciado al respecto.
Foto de Katherine Mojena Hernández. Tomada de Cubanet