Un total de 367 cubanos cruzaron la peligrosa selva del Darién en su cruzada para llegar a la frontera de México y Estados Unidos en enero último.
Los datos, proporcionados por el sitio de noticias Panamá América, recalcaron que más de 900 isleños atravesaron el Tapón del Darién en diciembre pasado. Aunque las cifras más alarmantes son las de Venezuela; solo en el primer mes del 2022 unos 4442 venezolanos entraron por vía terrestre desde Colombia.
En el caso de los migrantes cubanos, trascendió que 18 600 de ellos estaban en calidad de indocumentados en territorio panameño.
“Panamá reforzó la seguridad en la frontera con Colombia, anticipándose a otro año que podría registrar un alto éxodo de migrantes como en 2021, cuando cruzaron más de 133 mil” resalta el medio de prensa.
Antes de finalizar diciembre, la cifra oficial de cubanos que recorrieron esa selva era de 15 mil, según datos de cifras del Servicio Nacional de Fronteras (Senafront) de Panamá.
Oriel Ortega, director del Senafront así lo informó:
"Son cifras exorbitantes, más de 130.000 personas transitaron por la selva del Darién, más de 80.000 de origen haitiano y 15.000 cubanos".
En octubre, las estadísticas oficiales del Servicio Nacional de Migraciones (SNM) de Panamá registraba que 12 800 cubanos habían cruzado esa zona en 2021. Sin embargo expertos señalaban que el total real podría ser superior pues muchos migrantes transitan por zonas alejadas de los agentes fronterizos.
Los movimientos migratorios hacia Estados Unidos, principal receptor del continente, se desaceleran durante la temporada de lluvias (entre mayo y julio) pero las cifras de este año muestran un incremento a pesar del clima, lo cual plantea riesgos adicionales para los viajeros debido al aumento en el caudal de los ríos.
Los migrantes con frecuencia pasan por países de Suramérica en los que trabajan por meses e incluso años. En una encuesta realizada por la OIM, de 732 migrantes que llegaron a Estaciones de Recepción de Migrantes (ERM) en la frontera con Colombia, un 43 por ciento dijo que su país de residencia habitual era Chile, y un 20 por ciento, que era Brasil.
La selva es una de las regiones más peligrosas en el trayecto utilizado por los migrantes para llegar a América del Norte. Cientos han muerto allí y otros tantos han corrido la misma suerte sin que se tenga noticia de ellos.
El viaje por tierra hasta este punto para una familia de tres o cuatro personas cuesta unos 2500 dólares, más los 65 por persona que dicen algunos migrantes haber pagado para que los “guíen” por la selva.