Mujeres cubanas en la lista de espera

El asesinato del cine Neptuno atemoriza a mujeres de Centro Habana, mientras la implementación de una ley contra la violencia de género no sólo quedó fuera del cronograma legislativo anunciado, sino que parece seguir siendo algo no visto como necesario por las autoridades de la isla
La ley contra la violencia de género sigue siendo una deuda pendiente en Cuba. Foto: Abel Rojas, Cubahora
 

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Mientras el régimen cubano dejaba fuera del cronograma legislativo la implementación de una ley contra la violencia de género, una víctima fatal se descubría entre los escombros de un cine abandonado (Cine Neptuno), en una barriada de Centro Habana.

Una fuente policial reveló que los avances en la “investigación del caso” indicaban que “la mujer andaba en negocios turbios con el presunto homicida”, y descartó que ningún resultado investigativo avanzara en que una mujer, “en este país”, pudiera ser asesinada por su condición de ser mujer, “sean cualquiera las circunstancias que conllevasen al crimen”.

Mujeres de este vecindario, y de otras barriadas habaneras, que fueron entrevistadas, alegaron no sentirse seguras mientras las leyes cubanas no fueran “más severas” contra los agresores de mujeres.

Maura, madre de dos niñas menores de edad, alegó sentirse totalmente desprotegida al conocer por los rumores que “ni era la pareja ni era el amante de la muchacha quien la mató”.

“Que seguridad puede tener una mujer que está a expensas de ser la víctima de un hombre cualquiera, y por el motivo que sea. Tengo a mis dos hijas que son testigos diarios de la violencia contra la mujer, ya sea dentro de la pareja, en una cola, en una guagua o entre sus propios amiguitos”.

No pocas mujeres habaneras se sienten inquietas con “el asesinato del cine Neptuno”, como es referido el crimen. Quizás sea por las circunstancias en que hallaron el cuerpo, abandonado entre los escombros, “lo que supone además de su muerte violenta, un objeto que se deshecha”, señaló Fabricia, quien es maestra de escuela primaria y desde que conoció el hecho no sale de casa de noche.

“Una escucha que suceden crímenes contra mujeres que son barbáricos, pero al saber sobre éste, y todo el misterio que lo rodea, te entra el pánico hasta de hablar con conocidos de tu propio barrio”; comentó. 

Aunque el régimen reconoció en mayo de 2019, en su primer Informe Nacional sobre la implementación de la Agenda 2030, la incidencia de feminicidios en la Isla en 2016 ‒0,99 feminicidios por cada cien mil adolescentes y mujeres‒, poco o nada se divulga en los medios oficialistas sobre las muertes de mujeres en Cuba.

“De crimen pasional se catalogan casi todas las muertes de mujeres en este país”, atajó Cecilia, “y por lo general casi siempre suelen ser las culpables de su muerte”.

Por más de 15 años Cecilia atendió la Federación de Mujeres (FMC) en Centro Habana. Con voz baja aludió a que su única “discrepancia con la Revolución” es “la “desprotección de las mujeres que son maltratadas”.

“Muchas terminan muertas porque hay cierta impunidad que las mismas leyes, y la forma en que se aplican, les otorgan a los hombres”, dijo Cecilia, aunque reconoce saber muy poco sobre el feminicidio, y todo lo que implica el término en sí mismo.

“Se dice que la muchacha de Neptuno, que ni su nombre sabemos a estas alturas, discutía con un hombre misterioso y que ella alquilaba su casa. Esos son rumores que ya de por sí hacen que su crimen esté rodeado de algo delictivo".

Laritza Diversent, directora ejecutiva del Centro de Información Legal (Cubalex), en una entrevista para un reportaje sobre feminicidio en Cuba, argumentó el por qué las autoridades policiales y fiscales catalogan de “crimen pasional” al asesinato de mujeres en la Isla. Por el valor de sus argumentos, resulta oportuno reproducir su interpretación de manera íntegra.

“Si entiendo que llamas crimen pasional al asesinato de mujeres, utilizamos el termino inadecuado. Se define como feminicidio y ese término es el que el Estado no reconoce, para ser más específica, ni las autoridades policiales ni los tribunales. 

Bajo la figura del asesinato se engloban todos los homicidios intencionales, sin tener en cuenta el género de la víctima o la orientación sexual. Feminicidio es el asesinato de mujeres por el simple hecho de ser mujer. Una violación sexual es una de las tantas formas de violencia contra la mujer, por ser mujer, incluso que se ha utilizado hasta como un método represivo. 

He leído sentencias en las que se califican como crímenes pasionales los crímenes de odio basados en la orientación sexual de la víctima. El crimen pasional no tiene en cuenta el asesinato que proviene de los familiares, o las violaciones en dónde el victimario no tiene relación con la víctima, pero la selecciona por ser mujer. 
Por otra parte, la violencia de género es mucho más amplia. Incluye la violencia física, pero también la verbal y la psicológica y hasta la económica (la mujer no puede realizar ningún gasto sin autorización o supervisión del marido o la dependencia económica)”.

 

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