No nos podían haber hecho un mejor regalo. Primero fuimos escoria, luego no cubanos y más tarde, mal nacidos. Ahora nos vetan y nos botan gobernantes por los que nadie ha votado.
Estamos profundamente agradecidos: el gobierno cubano, en un gesto insolente y lleno de prepotencia, ha bloqueado el acceso a las páginas de nuestro magazine ADN Cuba.
Manifiestan así, con una justificación hueca, como las de siempre, que están cuidando con ello salvaguardar la obra social y bla, bla, bla. Y vuelven los lloriqueos de niña triste a la que el lobo no la quiso asustar en el bosque pero ella afirma que sí, que la miró con odio y se asustó.
Corremos con este gran honor que hoy nos ha otorgado la dictadura, el mismo destino que otros sitios de prensa libre e independiente: Diario de Cuba, 14 y medio, Tremenda Nota, El Estornudo, Martí Noticias, Cubanet o Cibercuba, lo que constituye un gran honor y a la vez un premio. Estar vetados por una dictadura significa que les molestaban nuestras verdades.
No es la primera vez ni la última que los gobernantes de la isla se abrogan el derecho de bloquear la información independiente, porque ven peligrar la que controlan para que llegue a la población. Se burlan una vez más del derecho del hombre a pensar por sí mismo, a recibir las informaciones que desee y, para más inri, echan tierra al pedido del Papa Juan Pablo II con el deseo de que Cuba se abriera al mundo.
Tal vez pensaron que íbamos a llorar con esta medida. Soñaron quizás que nos desmoronaríamos porque nuestro mensaje no llegará directamente a los destinatarios naturales. Supusieron que ahora, sin objetivos claros, abandonaríamos nuestro trabajo de informar y compartir, de escuchar y opinar. Qué tontos son.
ADN Cuba seguirá siendo esa revista visual que ya visitan miles de cubanos de adentro para confrontar sus ideas y recibir una bocanada de aire fresco y de información del mundo real, tanto de adentro del país como del extranjero. Y con ese gesto despótico la dictadura nos ha otorgado la condición de fruta prohibida, que hará más atractiva nuestra labor.
Y una cosa más. Antes de despedirnos e intentar dormir esta noche con una sonrisa de oreja a oreja, a ellos que no se cansan de llorar por los portales del mundo diciendo que todo está tan mal en el país por culpa del bloqueo norteamericano, protagonizan hoy un acto miserable de bloqueo interno, de bloqueo a los derechos del cubano de a pie, de bloqueo a las ideas múltiples, a opiniones diversas, y en fin, de bloqueo a la libertad de un país y de sus ciudadanos.
ADN Cuba lanza hoy con todas sus fuerzas, entre carcajada y carcajada, este grito justo y reivindicativo: Abajo el bloqueo.
Que las ideas fluyan y se compartan, y que cada cual decida en qué creer, sin policías ni guardianes.
Y a los seniles dinosaurios y a sus cómplices más jóvenes: gracias. Hoy han premiado nuestro trabajo. Ya sabemos que ustedes saben que ADN Cuba existe.