Como si supieran qué es vivir en democracia, luego de 60 año de dictadura, varios periodistas de medios voceros del castrismo ya han comenzado a querer dar cátedra sobre las elecciones en Estados Unidos.
En el periódico del Partido Comunista en la provincia de Holguín, un texto firmado por Jorge Enrique Jerez Belisario evidencia la preocupación del castrismo sobre el triunfo de María Elvira Salazar y otros cubanoamericanos en la carrera electoral al Congreso, lo que garantiza –independientemente de quién ocupe la Casa Blanca–, que la denuncia del régimen “comunista en la isla” seguirá presente.
“Cuba fue varias veces mencionada en la campaña, por eso tiene un significado extra para los cubanos. Además de constituir un acontecimiento mundial, [entre Trump y Biden] se trata de dos modelos diferentes de relaciones con la mayor de las Antillas”, asegura Jerez Belisario.
El joven periodista, conocido porque en sus años de estudiante fue un tenaz activista a favor de los cinco espías cubanos liberados por Obama, ahora celebra que Biden y Harris “reabrirán la Embajada en La Habana, retomarán las licencias para que las aerolíneas puedan viajar a los aeropuertos de las provincias y las licencias que permitieron varios de los intercambios entre 2014 y 2016”.
Pero, seguidamente, comienza a dar curso al gastado discurso castrista, que pretende mantener siempre en “alerta” contra los “enemigos del norte”, para desviar la atención de los tiranos de adentro.
Jerez Belisario, que de política no conoce más que el cotilleo temeroso en los pasillos de la inocua Asamblea Nacional del Poder Popular (Parlamento cubano), pide a sus atormentados lectores: “no nos engañemos”, porque “los Demócratas cedieron espacios en la Cámara aunque mantienen la mayoría y el Senado sigue en manos republicanas ahora con mayor ventaja”.
Lo peor para el vocero castrista, es que “resultaron electos a la Cámara dos candidatos comprometidos con la extrema derecha del sur de la Florida, María Elvira Salazar y Mario Díaz-Balart”.
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La reconocida periodista cubanoamericana, María Elvira Salazar, elegida para representar al Distrito 27 de Florida, aseguró que luchará de manera incansable contra los regímenes totalitarios en cualquier parte del mundo, especialmente contra las dictaduras de Cuba, Venezuela y Nicaragua.
“Es que todos los pueblos queremos la misma cosa. Eso de que el pueblo cubano quiere vivir bajo el régimen castrista, es una mentira. Estamos en el siglo XXI, todo el mundo quiere lo mismo, vivir en paz, prosperar, comer tres veces al día, criar a sus hijos, tener abundancia, encontrar la felicidad de la mejor manera que puedan. Es suficiente opresión para todos estos pueblos, ya no más, y alguien tiene que decir hasta aquí y si yo puedo ser un soldado de ese ejército, aquí me tienen”, dijo la republicana.
Salazar venció en las urnas a la congresista demócrata Donna Shalala. En las elecciones de medio término de 2018, la periodista había perdido precisamente ante Shalala.
Mientras, en Cuba, el articulista del periódico de propaganda Adelante, se arriesga a decir que, al contrario de lo visto en estos meses, “hay una parte creciente de esa emigración [en Florida] que tiene como proyecto de vida trabajar allá [en EE.UU], acumular dinero y disfrutarlo en Cuba con su familia, ayudarla…”
Imaginativa manera de defender el apetito gubernamental por las remesas y otras vías de obtener dólares, al tiempo que desprecian a la diáspora.
Por si quedan dudas de que al castrismo le da lo mismo que esté alguien conciliador con el régimen, que uno de línea dura en la presidencia de Estados Unidos, el bonachón de Jerez Belisario las disipa: “Algo debemos tener claro los cubanos en la Isla, las intenciones del Imperio contra Cuba seguirán siendo las mismas, eso no lo puede cambiar un presidente”.
Según afirmó en su libelo, el presunto interés de “colonizar” la isla, “seguirá siendo el fin. Mientras existan grupos de poder imperiales que no nos perdonen haber hecho una Revolución auténtica en sus narices, no lo podrá cambiar Biden ni Trump”.