Miles de cubanos deben de estar quejándose este viernes de haber dejado de dormir para ser testigos del nuevo fiasco del béisbol nacional. Con ventaja de siete carreras, Corea del Sur apabulló a la novena caribeña sin que esta pudiera pisar home al menos una vez.
Por la diferencia horaria entre Seúl y La Habana, el juego decisivo contra los asiáticos comenzó sobre las cuatro de la madrugada del viernes y terminó unas tres horas después con el final de una muerte anunciada.
El calvario comenzó a protagonizarlo desde el montículo el “submarino” Park Jonghun, que a sus 30 años quería esta oportunidad para convencer a los scouts de un informe favorable para colarse en las Grandes Ligas estadounidenses.
A Park le siguieron otros cinco amigos que maniataron a los cubanos desde la “lomita”. Y por si fuera poco, los coreanos danzando sobre home una, dos, tres… hasta siete veces, coreados por 13 mil gargantas de su propio país.
Esa pesadilla de los Kim, o los Park, da igual, quizá obligue esta noche al manager Miguel Borroto en su estreno internacional a un calmante para conciliar el sueño. O tal vez no.
“Es difícil enfrentar a un lanzador submarino. No estamos acostumbrados a este tipo de envíos y tuvimos problemas”, declaró Borroto según el sitio de la WBSC.
Lo mismo dijo alguien hace 47 años cuando vieron por primera vez a Hideo Furuya en el Mundial de Nicaragua de 1972. Cuando eso, Japón se asomaba al ranking mundial y con todo el misterio de sus lanzamientos se le pudo ganar 2-0 y hasta el pitcher José Antonio Huelga dio su jit.
Ahora de nada valió el “guapo ahí, que tú eres de la tierra de los tinajones”. El traje resultó demasiado grande para los novatos camagüeyanos en el montículo. Cuba no tenía otra alternativa que ganar su último encuentro del grupo C si pretendía pasar a la ronda final. Daba igual quién ganara entre Australia o Canadá.
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Al final vencieron los “canguros” que definitivamente saltarán hasta Tokio con los coreanos por mayor número de carreras anotadas como solución al triple empate como ADN Cuba adelantó la víspera.
La derrota cubana puso también en tela de juicio el “espíritu” de la letra de los contratos estatales de los peloteros en ligas extranjeras. Porque ya no se trata de que se comprometan a participar con la selección nacional sino “cómo” lo hacen. La participación con el equipo Cuba de los jugadores que lo hacen en Japón fue un rotundo fracaso.
Es hora de rememorar al trasnochado editorialista del Granma en su edición reciente: “Y sigo pensando que Gracial, que ayer partió un bate para no partírselo el mismo en la cabeza, y Despaigne, tienen una tercera oportunidad ante un picheo con alguna similitud al que ellos han bateado en los dos últimos años en la liga japonesa. La madrugada que viene será igual de estresante, pero qué bueno que los peloteros no nos dejen dormir. Digo como el primer día de este Premier: Voy a Cuba”.
Entre Estados Unidos y México estará ahora el candidato de América al boleto olímpico que estará en juego desde el lunes en la final del II Premier 12 en Tokio. Corea del Sur, Taipei de China y Australia disputarán el otro ticket de la región de Asia / Oceanía, con Japón ya clasificado como sede. Para Cuba habrá otra oportunidad en el Preolímpico de América en Arizona dentro de cuatro meses.