Familiares de las tres niñas fallecidas a inicios de semana tras derrumbarse un balcón en La Habana Vieja, denunciaron que el gobierno les ofreció 350 pesos (12 dólares) de indemnización por este lamentable caso.
Según reportó Univisión 23, en el entierro no hubo ni siquiera flores debido a la escasez y cuando estaban abriendo el hueco, aparecieron cucarachas.
El primo de una de las niñas, que reside fuera de la isla explicó que "a nadie le importan esas muertes. Si fallece Raul (Castro) yo estoy seguro que hubiesen parado la Marcha de las Antorchas porque el General de Ejército sí es importante. Tres niñas no le importaron a nadie. Le han buscado justificación a todo durante 60 años y han mantenido sus prioridades y se han olvidado del pueblo".
Por otro lado, Reyna Reyes aseguró que el periódico oficialista mintió al informar sobre lo sucedido y no enviaron reporteros al lugar.
"La niña no tiene 12 años, tiene 11. Toda esta cantidad de mentiras que pusieron en el periódico Granma. Por favor, tenían que haber venido, haber indagado, para después sacar la columna, de lo contrario, no hablen. No había ninguna cinta amarilla para que las personas no pasaran. No fue negligencia de las madres”, agregó Reyes.
Las niñas fallecidas son María Karla Fuentes y Lisnavy Valdés Rodríguez, y Rocío García Nápoles.
Desde el primer momento, ADN informó sobre el derrumbe, y confirmó las muertes de las niñas por medio de un video emitido desde el propio lugar por un vecino que recorrió las calles adyacentes al lugar y habló con personas sobre el accidente.
Paparazzi Cubano, como se hace llamar el responsable del vídeo, recorrió las calles, mientras transmitía en directo por medio de su teléfono celular, y los vecinos le confirmaron que, en efecto, se trató de tres niñas que murieron en el accidente, dos de ellas ahí mismo, y la tercera en el hospital.
De hecho, durante la transmisión, comentó que más bien las autoridades cubanas habían cercado las cuadras adyacentes al lugar del accidente, tratando de evitar no solo que curiosos penetraran el perímetro, sino que personas como él grabaran imágenes sobre el hecho.
Se pudieron observar calles deterioradas y agrietadas durante la transmisión, mientras el periodista ciudadano comentó: “Por aquí no pasó un terremoto ni cayó una bomba”, destacando la falta de atención en mejorar las condiciones del barrio.
