Las ocurrencias cubanas para solventar el déficit o carencia de todo en su vida diaria han sido siempre motivo de celebración. Para muchos resulta inconcebible que una persona pueda llegar a fin de mes con el equivalente a unos pocos dólares mensuales, así como sonreír y bailar con frecuencia, pese a no tener muchas cosas que en otros lugares se dan como naturales, normales e imprescindibles.
En otro capítulo más de cómo “resolver” con lo que sea, por estos días causa risa en redes la alternativa que una dulcería de la isla halló para envolver uno de sus productos. Resulta que una dependencia de la cadena Sylvain no halló o tuvo algo mejor a la mano para cubrir una Gaceñiga Especial que certificados de defunción.
“Un buen ejemplo de lo que los economistas llaman encadenamiento productivo”, escribió el usuario de Twitter Ernesto Wong García, quien en su perfil se describe como profesor de Lingüística en la Universidad de La Habana.
Wong compartió la foto de la “ocurrencia”, cuya autoría no queda claro si respondió a una decisión o iniciativa del personal de la dulcería o del cliente. De cualquier forma, la escena motivó comentarios de decenas de cubanos, para quienes cosas como esa sólo pasan en Cuba.
“Sólo un cubano puede creer que esto sea real. Gracias por la foto”, comentó Antonio en el tuit de Wong, mientras que Javier quiso bromear y escribió que “eso es para que llenes tú mismo tu certificado de defunción antes de comerte la gaceñiga asesina esa”.
Como quiera que fuese, lo cierto es que la imagen de un certificado de defunción envolviendo un dulce causa mucha gracia, aunque quizás pronto no tanta, si es que dichos certificados están o estarán contemplados entre lo que supondrá un mayor desembolso para los cubanos como parte de la Tarea Ordenamiento del régimen, la cual ha supuesto una elevación del precio de numerosos trámites legales.