El inicio de la “Tarea Ordenamiento”, nombre bajo el que el régimen cubano designa el paquete de medidas económicas que diseñó para acometer el ordenamiento monetario y cambiario en el país, supondrá para el cubano de a pie un enorme desafío en lo que a sobrevivencia y adquisición de servicios y bienes de consumo básicos se refiere.
Este jueves el presidente designado, Miguel Díaz-Canel, anunció que la tarea iniciará el 1 de enero, con una tasa de cambio única para todas las transacciones económicas en la isla de 24 pesos cubanos por dólar. Tras la comunicación oficial, también se ha formalizado el aumento del salario y la pensión mínima en el país.
Sin embargo, dichos aumentos en los ingresos de los cubanos parecen serán absorbidos rápidamente por los inevitables incrementos que se producirán en los precios de bienes y servicios en los sectores estatal y privado, uno de ellos el de la tarifa eléctrica.
La electricidad en Cuba es proveída totalmente por el Estado a precios que define como subsidiados y a partir de enero, con el inicio del “ordenamiento”, estos aumentarán en más de cuatro veces para el sector residencial.
La tarifa actual establece un costo de nueve centavos para los primeros 100 kilowatts por hora (kWh) de consumo, 30 centavos para los siguientes 50, 40 para el tramo de 151 a 200, 60 para el de 201 a 250, 80 para el de 251 a 300 kWh, y así va aumentando progresivamente hasta establecer el pago de cinco pesos cubanos por cada kWh que rebase la cantidad de 5000.
En cambio, la tarifa que se hará vigente a partir de enero, por acuerdo del Consejo de Ministros hecho público este 10 de diciembre en la Gaceta Oficial de la República, establece un costo de 40 centavos para los primeros 100 kWh de consumo en los hogares de la isla.
Los siguientes 50 kWh tendrán un costo de 1,30 pesos, mientras que los del tramo de 151 a 200 valdrán 1,75 y tres pesos los ubicados entre 201 y 250. Así, respecto a la tarifa precedente, todos los tramos incrementan su costo en poco más de cuatro veces.
Para los grandes consumidores, cuyo uso de la electricidad rebasa los 5000 kWh por mes, el incremento es de cinco veces. Estos tendrán que pagar 25 pesos cubanos por cada kWh que consuman más allá del referido tope.
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Tanto Díaz-Canel en su anuncio como Marino Murillo, jefe de la Comisión de Implementación de los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido Comunista y único de la isla, en sus explicaciones de las medidas que integran la Tarea, insistieron en que uno de los riesgos inmediatos y más peligrosos de la unificación monetaria y cambiaria es la inflación.
Se teme que supere los márgenes previstos, en gran medida por la crisis económica y la aguda escasez que padece el país, por lo que los incrementos en los ingresos, entre la inflación y los aumentos decretados desde el gobierno como el de la tarifa eléctrica, puede terminar rápidamente en nada.