Aunque el teletrabajo existe como alternativa desde hace mucho tiempo, en Cuba es casi imposible efectuarlo tal cual sucede en el resto del mundo. En septiembre de 2019, hubo un auge de su “uso verbal” desde las voces del régimen a propósito de la nueva “coyuntura” energética y en la actualidad, a raíz del coronavirus, volvió a utilizarse.
Pero, ¿la probabilidad existe? ¿Cuenta Cuba con un respaldo tecnológico para ello?
Es cierto que el teletrabajo tiene apoyo legal en la Isla a través de la Ley No. 116/2013 del Código de Trabajo, donde su artículo 20 expresa que en la relación laboral se formaliza que “el sitio donde se ejerce la actividad es acordado mutuamente entre ambas partes”. Ello implica que esta práctica laboral es en Cuba una forma flexible de empleo donde el trabajador puede realizar sus tareas sin estar de manera física en una empresa.
En medio del escenario nacional a causa de la COVID-19, el teletrabajo se convirtió en la opción más atractiva, pero en la Isla eso es todo un reto y bien lo saben los cubanos.
María Elena Feitó, Ministra de Trabajo y Seguridad Social en Cuba, aseguraba el 26 de marzo, que la epidemia había dejado sin empleo a más de 24 600 trabajadores. Pero había creado más de 112 000 puestos de teletrabajo en marzo.
Según los datos de la ministra donde en enero había cinco mil personas que laboraban desde su casa en Cuba, en febrero crecieron hasta 42 mil y al cierre de marzo ya sumaban más de 112 mil.
La última actualización de mayo hablaba de 138 mil desempleados en Cuba y más de 600 mil personas incorporadas a algo que el gobierno denomina “trabajo a distancia”, que incluye el teletrabajo.
Feitó Cabrera en esa ocasión no se mostró complacida porque cree que aún Cuba tiene margen para incrementar el número de teletrabajadores y consolidar las cifras. Según la ministra, las provincias de La Habana, Villa Clara, Sancti Spíritus y Guantánamo eran las regiones más avanzadas en esa modalidad.
¿En qué sectores es posible trabajar a distancia y en cuáles no? La ministra aseguró que en la Educación Superior, Transporte, Turismo y Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente se utilizaba mejor el teletrabajo en Cuba.
A finales de marzo, el sitio web de Cubadebate publicaba un artículo casi de ciencia ficción, donde planteaba consejos tecnológicos para “teletrabajar” en Cuba. A juzgar por los comentarios de los usuarios, estos también creyeron que el reporte era irreal. (http://www.cubadebate.cu/especiales/2020/03/31/por-que-teletrabajar-y-que-herramientas-usar/#.XqcnAW5FxPY )
El medio del régimen, Cubadebate, parte de un arranque de sinceridad, reconociendo que “todavía no contamos (Cuba) con toda la infraestructura que quisiéramos, pero no son pocas las herramientas que se pueden utilizar por aquellos que hoy, datos móviles o conexión domiciliar mediante, tienen acceso a Internet para ejercer el teletrabajo”.
Y ese es el asunto primordial en la Isla, ¿quiénes tienen acceso a datos móviles o conexión nauta desde la casa que puedan teletrabajar?
Por ejemplo, según Radio Guantánamo, en esa ciudad oriental había 178 personas que realizan sus labores a través del teletrabajo. En su mayoría eran trabajadores de empresas ligadas a las comunicaciones y la tecnología como la Empresa de Telecomunicaciones (ETECSA), la de Aplicaciones Informáticas DESOFT, la oficina del Arquitecto de la Comunidad, el sistema de prensa y el Centro de Aplicaciones Tecnológicas para el Desarrollo (CATEDES).
Mientras Cubadebate hablaba de herramientas como Netlimiter, para los que “no andamos sobrados de horas nauta o megas” y ponía sobre la mesa servicios como “Google Docs y Google Drive” o “AnyDesk”, porque las conexiones estatales cubanas tienen un proxy que dificulta compartir la wifi de la oficina para conectarte desde el móvil, compartir archivos o crear redes de trabajo en casa. Entonces, ¿de cuál teletrabajo se habla?
“No parece un artículo para Cuba. Se habla de conexión de datos o Nauta como si fuera posible por su precio, de conexión a distancia obviando que en la mayor parte de las instituciones está prohibida por motivos de seguridad informática, y peor aún de aplicaciones de Google o VPN desconociendo las implicaciones que pueden tener para la privacidad. Pensar más allá del uso del correo electrónico no sería realista”, le escribió un usuario nombrado Rayko al artículo del oficialista Cubadebate.
Otro usuario, denominado Antonio decía que “ojalá se implemente el teletrabajo como debe ser, pero me parece que estamos lejos todavía para sacarle frutos tanto por incapacidad de infraestructura como por el cambio de mentalidad en las empresas”.
Finalmente, excepto personas que tengan subvencionado (el gobierno paga) el acceso a Internet en Cuba, para el resto es imposible. Nadie que tenga que pagar los datos móviles o el llamado “nauta hogar” podrá aprovechar la muy limitada velocidad de acceso para el teletrabajo en la Isla.