Trabajadores de la Salud en Cuba: mucho aplauso y poca comida

Un trabajador de la Salud en Holguín se quejó de haber hecho una cola bajo lluvia para irse a casa sin aceite. La respuesta del gerente de la tienda a su demanda está cargada de excusas y cinismo
Trabajadores de la Salud en Cuba: mucho aplauso y poca comida
 

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Un trabajador de la Salud Pública en Holguín, expuesto directamente por su profesión a contagiarse con la COVID-19, hizo una cola bajo lluvia para ver cómo le cerraban las puertas del establecimiento sin poder comprar aceite.

 Su demanda a la administración del establecimiento se publicó en el portal oficial del Gobierno de esa provincia del Oriente de Cuba.  Roberto Feria Sánchez, quien trabaja más de ocho horas y tiene un horario limitado no pudo acceder a un producto indispensable porque el gerente de la tienda decidió cerrar aun teniendo aceite para vender. En Cuba el maltrato estatal no distingue profesiones.

A pesar de las peticiones de los miembros de la cola, el funcionario no accedió a continuar con la venta:

“Soy un profesional de la salud y en la tarde de hoy 24 de septiembre estábamos en la cola para el aceite en la tienda de las baleares. A las 6 y 30 se cumplía el horario de cerrar la tienda y el gerente (tengo foto para su identificación pues no dio su nombre) no le importo que quedamos varias personas que bajo agua habíamos mantenido la cola y procedió a cerrar el establecimiento. Varios nos acercamos a pedirle de favor q vendieran un poco más que es un producto bien escaso en estos días y estábamos hasta mojados. Solo era el horario de cerrar y punto. 

“Ahora mi pregunta… si sabemos que el aceite es un producto necesario y no se vende todos los días por qué no se puede un día si queda producto seguir vendiendo si lo he visto hacer en otras tiendas. En mi caso que también soy humano, pero como trabajador de la salud trabajo más de 8 horas, me buscan de noche, cualquier día del año, hasta interrumpen mis vacaciones, en estos momentos de la pandemia estoy expuesto a contagiarme y contagiar a mi familia si tengo que servir y no dudo q en alguna vez haya tenido de dar tiempo de descanso para atender algún trabajador de esta cadena de tienda para q venga decir que sencillamente es la hora de cerrar”, comentó molesto.

Además, los integrantes de la cola pidieron apoyo a las autoridades policiales y estas también se negaron a interceder porque en la Isla cada pieza del macabro sistema estatal engrana perfectamente para que les aplaudamos a los médicos a las nueve de la noche; pero no para que puedan comprar comida. 

Como respuesta a su queja, Ernesto González García Administrador Tienda Panamericana Las Baleares expresó un sinfín de excusas, especialmente alegó que el aceite se vendió tres días consecutivos incluso fuera de horario.

“El producto al cual hace referencia se estuvo vendiendo en nuestra unidad tres días consecutivos, incluso hasta las 7:00 pm de la noche, nuestra unidad tiene un horario establecido de 9:00 am – 6:30 pm de lunes a sábado y los domingos de 9:00 am – 2:00 pm, trabajadoras nuestras son madres, tienen niños pequeños y luego de proceder al cierre establecido para finalizar el cuadre de las cajas registradoras no hay un día que no se vayan tarde, aun así cumpliendo con el cierre de la misma, somos humanos como mismo usted hace referencia y tenemos un alto sentido de responsabilidad con la labor que hacemos y con nuestro pueblo”, expuso el administrativo.

González García culpó al Consejo de la Administración Provincial de ordenar que las tiendas respeten sus horarios, aunque sea en detrimento del bien del pueblo:

 “Tenemos un horario que cumplir y la indicación del consejo de defensa provincial de respetar el horario en aras de lograr que las personas se protejan de esta pandemia estando expuestos en las colas el menor tiempo posible , lo que para usted es un acto no muy bien visto del cierre de la unidad para nosotros es cumplir disciplinalmente con lo establecido pues cada día tenemos una distribución planificada , coordinada con el gobierno y los órganos de control donde informamos cantidades de mercancía a distribuir y horarios a cumplir con información previa”, informó González García al demandante.

Y como el cinismo parece impartirse en las clases de la escuela de cuadros (llámese cuadros a los dirigentes de camisa de rayas y bolígrafos en el bolsillo, entrenados por el Partido Comunista de Cuba para nunca resolver ningún problema), este funcionario público concluyó pidiendo disculpas al trabajador de la salud y diciendo que “estamos siempre dispuesto a servir a nuestro pueblo al amparo de lo legislado, lo regulado con un alto sentido humanista”.

El sitio oficial del Gobierno holguinero tiene experiencia en dar respuestas tardías a la población y por ende, poco realistas. Ayer 6 de octubre, ADN Cuba refería que en esa misma web una cubana informaba sobre la ineficiencia del régimen para detectar el coronavirus.

Un grupo de trabajadores de un poblado en Mayarí, laboraron en Ciego de Ávila y al regresar no les hicieron pruebas para detectar la presencia de la COVID-19 cuando Ciego de Ávila es uno de los epicentros de la enfermedad en la Isla. Estos holguineros tampoco fueron ingresados en centros de aislamiento, sino que los mantienen bajo vigilancia médica en sus hogares exponiendo al contagio a sus familias.

 

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