"Han puesto en jaque a EEUU": reacciones tras plan chino de instalar base de espionaje en Cuba

Políticos, intelectuales y expertos han reaccionado este jueves luego de que el medio Wall Street Journal (WSJ) publicara que el régimen cubano acogerá próximamente en territorio de la isla una base secreta de espías chinos, lo que constituye una nueva provocación de Beijing a Estados Unidos.

De acuerdo con el informe del medio, el gobierno chino instalará en Cuba una base de escucha electrónica para espiar bases militares del sureste de EE. UU. y monitorear el tráfico de barcos estadounidenses. 

Altos funcionarios estadounidenses confirmaron a WSJ News que China habría acordado pagar al régimen de La Habana "varios miles de millones de dólares" a cambio de construir la base.

"Una base china con capacidades militares y de inteligencia avanzadas en el patio trasero de EE. UU. podría ser una nueva amenaza sin precedentes", añade el informe.

Las fuentes consultadas por el medio indicaron que la base china permitiría desarrollar inteligencia de señales, conocida en el mundo del espionaje como sigint, que podría incluir el monitoreo de correos electrónicos, llamadas telefónicas y transmisiones por satélite.

La comunidad cubana residente en EE. UU., así como expertos, han reaccionado con preocupación a la noticia sobre la instalación china en la isla.

Al respecto, el Dr. Orlando Gutiérrez-Boronat, coordinador de la Asamblea de la Resistencia Cubana (ARC), declaró a ADN Cuba que "el régimen anti-cubano, para mantenerse en el poder tiene como proyecto vender nuestra isla al Eje Beijing-Moscú, sacrificando la vida y la seguridad de los cubanos. Espero que los patriotas cubanos en la Isla, donde quiera que se encuentren, no pierdan de vista esta realidad".

Asimismo, la Fundación por los Derechos Humanos en Cuba señaló en un comunicado este jueves que el movimiento es muestra de la "implacable hostilidad" de Cuba hacia los Estados Unidos, sus intereses y sus socios aliados. 

John. Barsa, director Ejecutivo de la Fundación, declaró que "las acciones siempre hablan más que las palabras. A pesar de las sutilezas que puedan intercambiarse en conversaciones y negociaciones secretas en los niveles más altos del gobierno, esta nueva y sin precedentes amenaza militar y de inteligencia para los Estados Unidos debe servir como un recordatorio de la arraigada hostilidad del régimen cubano hacia los Estados Unidos".

También el congresista cubanoamericano Mario Díaz-Balart comentó en su perfil de Twitter que se trata de "una incursión peligrosa en nuestro hemisferio y revela una China comunista cada vez más agresiva dispuesta a amenazar los intereses de EE. UU. en nuestro propio patio".

Igualmente, pidió a la Administración Biden que condene este nuevo plan del gobierno chino.

La congresista de la Florida María Elvira Salazar añadió que "a solo 90 millas de nuestra costa, la dictadura ha abierto la puerta a nuestros mayores enemigos".

Igualmente, la líder de la plataforma Cuba Decide, Rosa María Payá, expresó que "la única manera de poner fin a su asalto sistemático a la seguridad nacional de Estados Unidos, es apoyar el cambio democrático por el que lucha el pueblo cubano".

Por último, el Dr. Rafael Marrero, experto en China, dijo en un comunicado que "sin lugar a dudas, los chinos comunistas nos están cazando la pelea y han traído su guerra contra EE. UU. al estrecho de la Florida, a la isla de Cuba. Han traído la situación del Indo-Pacífico al Caribe y al Atlántico".

"Definitivamente, con esta brillante y audaz movida geoestratégica y militar, el PCCh y su Ejército rojo han puesto en jaque a nuestro país en lo que respecta a sus intereses político-militares sobre Taiwán en el hemisferio occidental", reconoció Marrero.