¿Qué es una Enfermedad Autoinmune y cuáles son las más frecuentes?

ADN CUBA propone a sus lectores un acercamiento a las principales causas y características de las llamadas Enfermedades Autoinmunes, en las que nuestro cuerpo se revele contra sí mismo
Paciente con síntomas de Psoriasis
 

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Quizás nada hay más lejos de la lógica convencional que nuestro propio cuerpo comportándose como nuestro enemigo. Ya es bastante con que a veces nos hagamos tormentas en un vaso de agua, perdamos la perspectiva de los acontecimientos— esos pequeños sabotajes mentales urdidos en las profundidades del subconsciente—, para que ahora, además, nuestro cuerpo se revele contra sí mismo. Eso es, en palabras llanas, lo que la ciencia de la inmunología acuña como autoinmunidad.

La ciencia estudia, sistematiza, clasifica, teoriza y se aleja cada vez más de los tecnólogos que entonces convierten todo ese conocimiento en aplicaciones prácticas; digamos vacunas, medicamentos, etc. Así, los científicos hablan de locus, epítopos, hipermutación, histocompatibilidad, a saber, y los tecnólogos luego crean sus aplicaciones, que hablan en términos de “este medicamento es para esto”.

Es un contrasentido aspirar a tener pacientes informados si se les habla en un idioma distinto al que pueden entender, vale igual para otra lengua como para el lenguaje técnico.

¿Cómo saber entonces qué es una enfermedad autoinmune?

Tampoco se puede poner tan simple que sea una caricatura, se trata de un proceso que demoró millones de años a través de la evolución y resulta en lo que hoy conocemos como sistema inmune. En palabras simples, el cuerpo se defiende de todo lo que lo puede enfermar a través de barreras físicas (como las pestañas o los pequeños pelillos de adentro de la nariz), o barreras químicas (como la acidez estomacal capaz de neutralizar los gérmenes).

La cosa se perfeccionó cuando aparecieron los llamados glóbulos blancos, células que patrullan el organismo en busca de microbios y células cancerosas que eliminar. Luego un grupo de ellos, los linfocitos, se especializó en la tarea más refinada de discernir qué sustancias en el cuerpo eran las propias del cuerpo y cuáles eran ajenas, en coordinar la respuesta conjunta de todos para atacar esos agentes nocivos físicamente, y después otro subgrupo se consagró a producir sustancias capaces de neutralizar esos microrganismos o células cancerosas sin estar presentes, sino a través de sustancias producidas a distancia: los anticuerpos.

Cuando nacemos, estos linfocitos ya saben cuáles son las sustancias propias del cuerpo y en concordancia no reaccionan ante ellas, pero cuando este paso falla, algunas sustancias del cuerpo son reconocidas como “no propias” y desencadena todo el proceso antes explicado de ataque directo por células o por anticuerpos. A esto se le llama Autoinmunidad.

 

 

¿Cuáles son las Enfermedades Autoinmunes?

Es una larga lista, muchas de las enfermedades que hoy conocemos y que clásicamente no relacionamos como autoinmunes tienen alguna implicación es este mecanismo de reconocimiento de lo propio y lo “no propio”.

Las 10 enfermedades autoinmunes más frecuentes y comúnmente asociadas son:

Lupus

Artritis reumatoidea

Diabetes tipo 1

Miastenia gravis

Psoriasis

Vitíligo

Enfermedad de Graves (Hipertiroidismo)

Tiroiditis de Hashimoto (Hipotiroidismo)

Esclerosis múltiple

Enfermedad celiaca

¿Por qué tengo una Enfermedad Autoinmune?

La regla general es: Las circunstancias individuales modifican la expresión de la genética.

Por circunstancias individuales se entiende todo aquello con lo que se relaciona el individuo, la luz, la alimentación, hábitos nocivos, el nivel de ejercicio físico, medicamentos consumidos, etc. y la genética se refiere a la predisposición hereditaria.

En el caso de las enfermedades autoinmunes hay que decir que el peso de los genes es inmenso en las posibilidades de desarrollar la enfermedad. Puede ser modificado en menor medida por las llamadas circunstancias individuales, pero se trata de enfermedades donde la genética es muy importante. En dependencia de los genes, así se desarrollará más o menos grave, antes o después, sola o combinada con otras enfermedades autoinmunes.

Se puede decir que conservamos la capacidad de evitar los factores que agravan la enfermedad, o retrasar el inicio si se conoce qué es lo que puede desencadenar la enfermedad; pero si no es así, tener la enfermedad es una cuestión netamente genética, predeterminada por la información hereditaria que nos ha sido transmitida de generación en generación.

 

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