Las remesas en dólares enviadas a Cuba desde Miami se detuvieron repentinamente, horas después de que dos agencias anunciaran los envíos en la moneda estadounidense, tan solicitados por los cubanos de la isla con familiares en la ciudad floridana.
No está muy claro cuáles fueron las causas de que las agencias detuvieran las transferencias en dólares a cuentas cubanas, pero Giraldo Acosta, CEO de Cubamax una de las dos agencias que implementaban el cambio, dijo al Nuevo Herald que su servidor central estaba afectado por un “virus”, sin dar más detalles.
Acosta precisó que se trataba de un problema “temporal”. VaCuba —la otra agencia que implementó este tipo de envíos— no respondió a una solicitud de ese medio de prensa.
Cubamax estaba utilizando como canal las tarjetas AIS, acrónimo de American International Services, una compañía creada en Panamá por los militares cubanos y es la única subsidiaria del conglomerado GAESA que no ha sido sancionada por Estados Unidos, según el economista Emilio Morales, presidente de la consultora The Havana Consulting Group.
Los retiros de efectivo en el banco o en los cajeros automáticos en la isla se hacían en CUC, cuyo valor ha caído frente al USD desde que el régimen anunciara otro paso en la dolarización de la economía: la apertura de 72 tiendas con productos básicos, como aseo y alimentos, que solo venderán en divisas.
Cuba también limitó la cantidad de productos que se pueden importar, en un intento para que sus tiendas ganen terreno ante el mercado informal, más diverso y barato. Por otro lado, el gobierno eliminó el gravamen del 10 por ciento que imponía a las transacciones en dólares en efectivo, vigente desde 2004.
“Se trata de un robo”, dijo Emilio Morales, economista director de la consultora The Havana Consulting Group. “Los cubanos en el extranjero deben depositar divisas en esas tarjetas, pero el dinero nunca lo verán sus familiares en Cuba. Será sólo un número en una tarjeta. Y si deseas sacar el saldo, no puedes hacerlo en divisas, sólo en devaluados pesos convertibles”, explicó.
Cuba recibió en 2018 unos $6600 millones en forma de remesas en efectivo y mercancías, según Morales, aunque esa cifra disminuyó desde la entrada en vigor de restricciones en medio de la campaña de máxima presión de la administración del presidente Donald Trump para que La Habana abandone a su aliado y benefactor, el régimen de Nicolás Maduro en Venezuela.
Western Union, la empresa de EEUU con la mayor red de establecimientos para cobrar remesas en toda la isla, no se sumó a los envíos en dólares.