Con un total 1977 casos confirmados de COVID-19 hasta este miércoles, el estado de Florida presenta una difícil situación sanitaria ocasionada por el coronavirus.
Las estadísticas reportadas por el Departamento de Salud muestran a Miami-Dade con 491 casos y a Broward con 412. Ambos condados son los que tienen el mayor número de personas infectadas en el estado, donde ya han muerto un total de 23 personas.
La ciudad de Miami era la que tenía el mayor número de casos con 211, seguida por Hollywood (87), Fort Lauderdale (70), Miami Beach (50), Hialeah (34) y Miramar (31).
En total, en el estado, ya se han hecho pruebas a 23,723 personas, a fin de determinar si están contagiadas con el COVID-19, de esas 20,165 dieron un resultado negativo.
Hasta el miércoles en la tarde se esperaba el resultado de las pruebas hechas a 1,581 personas.
Ante la tétrica situación, el presidente Donald Trump aprobó el miércoles el pedido del gobernador Ron DeSantis, para declarar al estado de Florida como una zona de desastre, por el coronavirus. La decisión libera fondos de asistencia federal que permitirán al estado enfrentar la pandemia.
En poco más de veinte días, desde que se reportaran el 2 de marzo los primeros casos del nuevo coronavirus, hasta hoy, la Florida ha visto aumentar los números rojos por COVID-19 hasta 24 personas fallecidas y casi 2 mil casos confirmados. La nación toda ha vivido semejante escalada del horror.
DeSantis había enviado una carta al presidente el lunes, argumentando que la propagación del coronavirus está teniendo un efecto grave en la economía y los servicios de salud del estado.
El proceso de evaluar y aislar a las personas afectadas está interrumpiendo significativamente los servicios que salvan y sostienen la vida, escribió DeSantis.
"Además, los recursos y capacidades médicas insuficientes de las instalaciones médicas y el número ya limitado de personal médico calificado solo continuará agotándose rápidamente a medida que los impactos de COVID-19 continúen extendiéndose".
De acuerdo con el gobernador, los pedidos para beneficios de desempleo aumentaron a 130,000 en tan solo cuatro días la semana pasada, comparado con 28,000 en toda la semana anterior.
Con la declaración de zona de desastre, Florida contará con fondos federales para ayudar a las personas afectadas en todo el estado, a los gobiernos locales y a algunas organizaciones sin ánimo de lucro.