Cubano cumple en EEUU su sueño de tener un circo

Leo Ramos estuvo a punto de tocar fondo con su compañía, pero Miami y la comunidad cubano lo salvaron, dice a Radio Martí.
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Leo Ramos, cubano residente en Estados Unidos, cumplió en ese país su sueño de crear un circo, que ahora también realiza funciones para niños que llegaron a Norteamérica sin la compañía de sus padres, informa Radio Martí.

Circus Lena ofrecerá mañana 29 de diciembre un espectáculo para 126 pequeños en Hialeah, en el centro comercial Westland, justo en la esquina de las calles 49 y 16, gracias a la iniciativa de este cubano.

“Son 126 niños que han cruzaron la frontera sin sus padres y llevan poco más de un año en centros del sistema de inmigración y por primera vez tendrán la oportunidad de disfrutar sin restricciones de un acto de entretenimiento regular”, declaró Ramos a este medio.

“Todos somos emigrantes, pudieron ser mis hijos o yo, porque todos salimos de nuestro país en busca de una vida mejor”, comentó Ramos, nacido en Luyanó, municipio Diez de Octubre, y quien desde los 6 años comenzó a aprender el arte circense.

Circus Lena está formado por 16 integrantes que trabajan en todos los dominios de los actos circenses, como la gimnasia en telas aéreas, acrobacia en patines, ejercicios de cuerdas, trapecio, y música con efectos luminotécnicos especiales, entre otros.

El joven llegó a Estados Unidos en 2008. Al año de pisar suelo norteamericano, por reunificación familiar, comenzó a trabajar en una fábrica, por necesidad. Sólo a los tres años pudo ingresar en una compañía como acróbata y luego trabajó con otra empresa circense en California.

Contrató su primera carpa hace poco más de un año, sin sospechar que la pandemia de COVID-19 le iba a impedir lanzar la primera función. Las autoridades cerraron el espectáculo por prevención.

Nos quedamos sin nada, prácticamente en la calle, porque habíamos vendido nuestra casa en Las Vegas para comprar lo necesario para el circo. No teníamos un lugar para aparcar los camiones, una locura”, recuerda con pesar.

Después de tocar fondo debido a la pandemia y la escasez de espectáculos y público, Miami salvó a la joven empresa de Ramos, quien asegura que los cubanos siempre le “respondieron al 100”. “Nos sentimos muy cómodos trabajando en Miami, sobre todo para el público de Hialeah”, declaró.

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