Alerta de pornografía en escuelas secundarias de Sancti Spíritus

El consumo de pornografía entre estudiantes de la Enseñanza Secundaria durante 2022 puso en alerta a las autoridades de Sancti Spíritus, al punto que el tema llegó a la prensa oficial, controlada por el Partido Comunista, y donde rara vez se publica sobre el asunto, menos aun si la noticia está asociada a la educación pública.

El periódico estatal Escambray publicó el martes un artículo sobre “estos malos comportamientos” en el uso de las tecnologías de la información y la comunicación. Según el principal medio impreso de ese territorio, durante el recién finalizado curso escolar “algunos alumnos, sobre todo de la Enseñanza Secundaria, aprovecharon las tecnologías para promover el consumo de pornografía a través de redes sociales como WhatsApp”.

Al extenderse en Cuba el uso de las plataformas virtuales para la educación a consecuencia del cierre de las escuelas durante lo peor de la pandemia, se popularizaron entre los alumnos los grupos creados en WhatsApp para intercambiar materiales de estudio. Al mismo tiempo, según el citado medio, aumentó el consumo de videos y fotos con actos sexuales explícitos.

De acuerdo con Escambray, “el intercambio de este tipo de videos se volvería frecuente para ciertos adolescentes espirituanos que llegarían a comentar, bromear y hasta fantasear con ser los protagonistas”.

Yosvany Rodríguez Herrera, subdirector provincial de Educación, declaró al periódico: “Estos alumnos administraban los grupos y tenían la posibilidad de incluir o no a sus maestros, ya fueran sus profesores guías, coordinador de grado o el director del centro. La tendencia, por supuesto, fue a no incluirlos. De esta forma, tenían un grupo para recibir los contenidos e informaciones y el suyo propio para otras cosas, como fue el caso de la pornografía”.

En el artículo de Escambray también se admite que “en la provincia se han generado varios incidentes de este tipo”, antes del notorio aumento del consumo de contenido para adultos durante curso escolar 2021-2022.

“Cuando han aparecido casos como estos, la familia ha sido, en primer lugar, la que los ha identificado, porque son ellos los que tienen acceso a revisar el celular del niño. En cambio, el profesor no tiene facultades para revisarle el dispositivo al alumno, porque es algo de uso personal. Además, como el docente no está dentro del grupo, no se entera de lo que allí sucede”, afirmó el funcionario.

El periódico oficial reclama a los maestros “velar con mayor rigurosidad que los alumnos entren al aula con sus celulares apagados (…) y permitir su uso solo cuando lo exija la asignatura”, para prevenir el “hecho de emplear la tecnología de forma malsana”.