La Fiscalía General de Colombia condenó a 60 años a Germán Antonio Castilla Pinto, alias ‘Alfonso’, cabecilla de una estructura urbana del ‘Clan del Golfo’, responsable de múltiples homicidios en el departamento colombiano del Cesar, al norte del país.
Alias “Alfonso” fue juzgado en un penal especializado de la ciudad de Valledupar, Cesar, que lo sentenció a la máxima condena permitida por la justicia colombiana, tras planear y ejecutar una serie de asesinatos y otras acciones criminales.
El ente acusador reunió suficiente material probatorio en contra de ‘Alfonso’, para ser condenado por los delitos de concierto para delinquir agravado, en concurso heterogéneo y simultáneo con homicidio agravado.
De igual manera, la Fiscalía ordenó la captura inmediata del procesado para que cumpla la pena en un establecimiento carcelario, y le impuso una multa de más de 8.300 millones de pesos colombianos (aprox. 2,2 millones de dólares).
Según el fiscal de la Dirección Especializada contra las Organizaciones Criminales, ‘Alfonso’ es el responsable del asesinato de un funcionario público en el corregimiento Las Raíces, zona rural de Valledupar, ocurrido en junio de 2011. Así como los homicidios de integrantes del ‘Clan del Golfo’ que estaban a su cargo, y de algunos habitantes señalados de colaborar o brindar información a las autoridades.
Alias ‘Alfonso’ fue integrante de las extintas Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). La condena en su contra de 60 años de prisión es la segunda más alta que se impone a integrantes del ‘Clan del Golfo’, según informó la Fiscalía.
El ‘Clan del Golfo’ es el Grupo Armado Organizado (GAO) más poderoso de Colombia y tiene presencia en por lo menos 17 departamentos del país, así como presencia internacional. Su base y fortaleza se centra en el Golfo de Urabá, que comprende a los departamentos de Antioquia, Chocó y parte de Córdoba.
Esta estructura criminal es dirigida por el narcotraficante más buscado de Colombia, Darío Antonio Úsuga, alias ‘Otoniel’, por quién las autoridades de Estados Unidos ofrecen una recompensa de hasta 5 millones de dólares por información que conlleve a su captura.