La Casa Blanca y el Senado acordaron enorme plan de rescate: 2 billones de dólares

Republicanos y demócratas pactaron entregar el dinero a empresas y ciudadanos para contener los estragos del coronavirus
Ambulancia fuera del Congreso de EE.UU. Foto: Getty Images
 

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Luego de duros debates, el Congreso de Estados Unidos acordó aprobar el plan de rescate económico más grande de la historia de ese país y cualquier otro: dos billones de dólares en ayudas a empresas y ciudadanos para tratar de contener la debacle económica que ya se anuncia por el coronavirus.

El acuerdo entre Casa Blanca y republicanos, por un lado; y la oposición demócrata, por otro, llegó este miércoles tras cinco días de negociaciones a lo duro.

“Damas y caballeros, hemos terminado. Tenemos un trato”, dijo el director de asuntos legislativos de la Casa Blanca, Eric Ueland, a los periodistas sobre la una de la mañana.

Actualmente, uno de cada tres norteamericanos está llamado a permanecer en su casa, hay negocios y escuelas cerradas por toda la nación y sin fecha de reapertura a la vista. Por eso, el gobierno de Trump y su oposición Demócrata finalmente se entendieron para evitar un desastre social y económico mayor en un país con más de 55 mil contagios y más de 800 muertos.

El primer conjunto de medidas anunciado por Donald Trump suponía movilizar un billón de dólares, pero a la larga una semana después le han concedido casi dos billones. El jefe del Consejo Económico de la Casa Blanca, Larry Kudlow, detalló este martes por la tarde que la estrategia global alcanzará los seis, al sumar los cuatro más de capacidad de préstamo por parte de la Reserva Federal.

El diario El País explica que el proyecto de ley definitivo, según los demócratas, ayudará a compensar el salario de los trabajadores despedidos durante cuatro meses, en lugar de tres, como establecía la propuesta inicial. Los trabajadores recibirán lo que su Estado pague habitualmente por desempleo más un extra de 600 dólares, según los datos de Associated Press. Además, trabajadores de empresas de la llamada economía colaborativa, como Uber, quedarán cubiertos por primera vez. Las compañías también contarán con ayudas fiscales, como el aplazamiento del 6,2% de la cotización a la Seguridad Social de las nóminas.

El último gran escollo, que había centrado las conversaciones del domingo y el lunes, giraba en torno al citado fondo de 500.000 millones de dólares en préstamos y avales para grandes grupos de empresas castigados por el bloqueo de la actividad (425.000 millones para negocios, ciudades y Estados) y el resto, sobre todo, para compañías aéreas. Tal y como estaba diseñado en el proyecto de ley republicano, Mnuchin dispondría de un amplio margen de maniobra y no tendría por qué hacer públicos los beneficiarios de las ayudas hasta pasados seis meses (aunque fueran canalizados a través de la Reserva Federal). Los demócratas critican la opacidad, el grado de discreción y también la falta de contrapartidas a exigir a las empresas que se acogiesen a esas ayudas, como el mantenimiento de empleos.

The Washington Post informó que la Casa Blanca aceptó incorporar la figura de un inspector general y consejero de supervisión que controle las decisiones sobre préstamos. Sería un cargo similar al que se creó en la debacle financiera de 2008, cuando el Congreso aprobó el gran rescate a la banca (TARP, por sus siglas en inglés) aún bajo la Administración de George W. Bush.

La legislación contempla el envío de cheques de 1,200 dólares a muchos estadounidenses, la creación de un programa de préstamos de 367,000 millones de dólares para pequeñas empresas y estableciendo un fondo de 500,000 millones de dólares para industrias, ciudades y estados.

Además estipula el impulso masivo al seguro de desempleo, 150,000 millones de dólares para los fondos de estímulo estatales y locales, y 130,000 millones de dólares para los hospitales, entre otras numerosas disposiciones.

El líder de la mayoría republicana Mitch McConnell alabó el masivo “nivel de inversión en tiempo de guerra en nuestra nación”.

Por su parte, el líder de los demócratas en el Senado, Chuck Schumer lamentó que "tanta gente está siendo despedida sin tener la culpa. No saben cómo va a ser su futuro, cómo van a pagar las cuentas. Bueno, venimos a su rescate”, subrayó el demócrata.

El proyecto de ley será votado por el Senado presuntamente hoy mismo en la tarde, y está siendo tramitando con apuro en el Congreso, sin audiencias públicas ni revisión formal.

 

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