China no deja de estar en el centro de las alertas epidemiológicas. Si bien el gobierno del gigante de Asia ha anunciado, no sin polémica, que el coronavirus está cediendo en el país donde nació, ahora una persona ha muerto por el Hantavirus. La afección tiene mayor índice de letalidad que la COVID-19.
El presunto brote fue informado por el diario chino Global Times, que dio cuenta de una persona muerta a la que luego de un examen se le diagnosticó el Hantavirus. No obstante, con la persona fallecida viajaban en tren otras 32 y fueron revisadas para descartar el posible contagio entre ellos.
La víctima es un trabajador que viajaba en autobús de las provincias de Shantung a Yunnan (suroeste de China), que repentinamente se desmayó y murió. Al realizarle las pruebas, se descubrió que la causa fue este virus transmitido por roedores a humanos.
Antes de esta noticia, no se conocía de ningún caso en esta zona y las autoridades han abierto una investigación, según informa la agencia de noticias Xinhua. La ciudad de Lincang, de donde era originaria la víctima, ha puesto en marcha un control y una investigación epidemiológica.
El virus produce una enfermedad viral aguda grave con una tasa de mortalidad que fluctúa desde el 18,6% hasta el 40%, dependiendo de cuán pronto se identifique la infección, cuyo periodo de incubación va desde los 8 hasta los 30 días.
Es más letal que el nuevo coronavirus: según la Organización Mundial de la Salud (OMS) la tasa de mortalidad del COVID-19 está entre el 2% y el 4% dentro de China y se reduce al 0,7% fuera del gigante asiático.
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Sin embargo, las autoridades se apresuraron a explicar que no existe riesgo de pandemia porque el Hantavirus no se contagia de persona a persona.
Escalofríos, fiebre y dolores musculares son algunos de los síntomas comunes del Hantavirus, similares a los de la gripe. Si el enfermo empeora puede presentar tos seca, náuseas, vómitos, dolor de cabeza y dificultad respiratoria, por lo que además se conoce como Síndrome Pulmonar del Hantavirus.
No es una enfermedad nueva, el primer caso conocido fue en 1998 en el sur de Corea, cerca del río Hantaan. El hantavirus se puede dar en entornos rurales, pero también se han dado casos en ciudades. El contagio se produce con el contacto con el excremento o la orina de los roedores, a través de los ojos, la nariz o la boca. Otra vía es a través de una mordedura.
Los mosquitos, las pulgas o las garrapatas pueden transmitirlo a través de una picadura si previamente han sido infectadas.