El CJNG superó las infames tácticas de Pablo Escobar en Colombia

Organizaciones criminales se estarían apoyando en estrategias sociales para intentar construir legitimidad y buscar apoyo entre las poblaciones.
Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG)
 

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El Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) adoptó y superó las infames tácticas de Pablo Escobar en Colombia, siendo percibida en algunas regiones de México como alternativas de gobierno, apoyándose en estrategias sociales que construyen legitimidad y apoyo de la población, según informó este miércoles Infobae.

Organizaciones criminales mexicanas han imitado la táctica que utilizó Pablo Escobar para intentar controlar los territorios de Colombia, tanto a través de medios militares e intimidación como mediante la captura y corrupción del Estado.

La detención en EE.UU. del ex titular de la Secretaría de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos Zepeda, por narcotráfico, demuestra la inserción del crimen organizado en las instituciones estatales.

Sistemas legales débiles y mal financiados, así como la falta de control estatal sobre el territorio y políticas de apaciguamiento del actual mandatario mexicano, Andrés Manuel López Obrador, han agravado el desafío de la corrupción, según este medio. Esto ha hecho que algunas zonas de México comenzaran a percibir a los narcos como alternativas al gobierno, a sus instituciones e incluso al estado de derecho. 

El extinto Cártel de Medellín, dirigido por Pablo Escobar, solo experimentó una primera etapa de aquel desarrollo, pues ahora los cárteles mexicanos lo han superado en cuanto a sofisticación, proximidad geográfica a los Estados Unidos y alcance global, según una cita de Infobae a un análisis hecho por Real Clear Defense.

En la década del 80, Pablo Escobar construyó un barrio llamado "Medellín sin tugurios", hoy conocido como Barrio Pablo Escobar, donde hizo 250 casas para las familias más pobres. Durante la pandemia del COVID-19, el CJNG distribuyó víveres en cajas etiquetadas con su nombre en al menos 18 localidades de México.

Ambas organizaciones se apoyan en la misma estrategia social, que se asemeja a los cupones de alimentos del gobierno o la vivienda social, para intentar construir legitimidad y apoyo entre la población.

En México, AMLO liberó al hijo de El Chapo el mismo día que las fuerzas armadas habían ejecutado un operativo para capturarlo, y en Colombia, Pablo Escobar recibió un trato especial del gobierno en la década de los ochenta.

El poder de las cárteles mexicanos se ha extendido hasta Colombia, donde se han convertido en los principales compradores y traficantes de la cocaína producida en este país por los grupos armados ilegales del narcotráfico.

Una investigación en la Defensoría del Pueblo de Colombia, que inició hace tres años, asegura que los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación trasladan su rivalidad en al menos 5 departamentos colombianos.

De acuerdo con rumores de los habitantes de estas zonas, mafiosos mexicanos estaban enviando emisarios y hasta agricultores a Colombia a negociar la coca y a mejorar y garantizar su pureza. Asimismo, aseguraron que en Córdoba, en el Bajo Cauca y en el Chocó aparecían panfletos del Cártel de Sinaloa y el de ‘los Zeta’, dijo El Tiempo.

La desmovilización de las FARC creó ciertos vacíos de poder, y a su vez facilitó una intervención más profunda de los narcos mexicanos. De acuerdo con El Tiempo, Sinaloa se alió con las llamadas Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), en el noroccidente del país. 

Los mexicanos controlan ahora todo el proceso, se dedican al lavado de dinero y construyen laboratorios, todo en Colombia. Ahí también se han trasladado las guerras que mantienen los cárteles en territorio mexicano.

“Los carteles mexicanos ya empezaron a adquirir plantaciones de coca en Colombia. Hemos capturado a agrónomos e ingenieros de ese país que están mejorando en laboratorios la productividad de la planta y cada vez es mayor el número de ciudadanos de esa nacionalidad que participan en actos delictivos: va más de un centenar”, aseguró en 2018 el fiscal general Néstor Humberto Martínez.

Analistas rechazaron el Plan Colombia para México, argumentando que el estado mexicano tiene una fuerte presencia en todo el país. Sin embargo, asegura Infobae que los cárteles están diseminados por toda la república, incluso en áreas rurales y locales, donde su poder ha superado a las autoridades locales.

 

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