Un grupo de madres de presos políticos en huelga de hambre en Nicaragua solicitaron al presiente Daniel Ortega, el regreso de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y de la oficina de la Alta Comisionada de las Naciones para los Derechos Humanos (Acnudh), para atender el casos de sus hijos.
El llamado de las mujeres fue hecho públicamente a través de la Asociación de Víctimas de Abril (AVA), y busca que sus hijos no tengan que extender por más días la huelga de hambre iniciada el sábado pasado, para presionar al Gobierno de darles libertad.
Los presos de conciencia fueron encarcelados por participar en protestas contra el presidente Ortega.
Delegaciones de la CIDH y Acnudh fueron expulsadas por el Gobierno de Ortega a fines de 2018, tras varios meses documentar las violaciones a los derechos humanos durante la llamada "insurrección cívica" contra Ortega que estalló en abril de ese año.
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En un audio grabado en la cárcel "La Modelo", la más grande y segura de Nicaragua, los presos políticos informaron que iniciaban la huelga por su libertad, debido a que la Constitución garantiza la libre expresión y culto.
Según AVA, al menos seis presos políticos, y otros más se sumarán si Ortega no los deja libre. Sus nombres no fueron divulgados por temor a represalias.
Las madres también llamaron a la comunidad internacional a que, basada en sus compromisos con los derechos humanos, "presionen al régimen y culminen el Estado de facto en el que vivimos", según dijo la integrante de AVA, Diana Lacayo.
En el audio enviado desde prisión, los presos dijeron que se consideran "secuestrados" porque el Gobierno aparentemente pretende utilizarlos como "monedas de cambio" en una eventual negociación con la oposición.
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La reacción del Gobierno a dicha petición fue casi inmediata, ya que un grupo de madres de presos políticos fue cercado por agentes de la Policía Nacional en un supermercado durante varias horas, tras salir de la conferencia de prensa en la que anunciaron su petición.
En la misma conferencia la opositora Unidad Nacional Azul y Blanco, la más extensa de Nicaragua, brindó su respaldo a las mujeres, mientras presentaba a su nuevo Consejo Político, liderado por el académico Félix Maradiaga, la opositora Violeta Granera, y jóvenes de distintos sectores sociales.
Granera reiteró la necesidad de unas elecciones libres, justas, transparentes y observadas", mismas que no se pueden dar sin que antes Ortega haya liberado a los "presos políticos", según afirmó.
Nicaragua atraviesa una crisis sociopolítica que ha dejado entre 328 y 651 muertos, desde abril de 2018.
Tanto la CIDH como la Acnudh han responsabilizado al Gobierno por la violencia, en la que cientos han ido a la cárcel o han desaparecido, miles han sido heridos, y decenas de miles se han marchado al exilio.