El cierre de fronteras que han establecido varios países para mitigar la expansión de la pandemia por el Coronavirus impacta en las aerolíneas, y su efecto llego a LATAM, una de las principales empresas aéreas de América Latina.
La compañía chileno-brasilera, que realiza vuelos directos a La Habana, anunció que reducirá sus operaciones tanto domésticas como internacionales en un 70 % durante los próximos dos meses, y solo cubrirá el 10 % de sus vuelos a otros países.
El reajuste no es definitivo y pudiera profundizarse más. En un comunicado oficial el vicepresidente comercial del grupo, Roberto Alvo indicó que “si las restricciones de desplazamiento sin precedentes se amplían durante los próximos días, no descartamos vernos obligados a reducir aún más nuestras operaciones”.
Estas medidas se implementan luego de que países de la región como Chile, Argentina y Perú, entre otros, anunciaran el cierre de sus fronteras, para detener la expansión del COVID-19. Actualmente, países como España se encuentran en estado de emergencia y la Unión Europea cerrará sus fronteras regionales durante los próximos treinta días.
Ante lo que ya se anuncia como la mayor crisis de la aviación civil en la historia el vicepresidente comercial de LATAM refirió, además, que requerirían “el apoyo de los gobiernos para salir adelante”.
La poderosa aerolínea, surgida de la fusión de la chilena LAN y la brasileña TAM, cubría aproximadamente 1,400 vuelos diarios a 26 países en 145 destinos, con presencia directa en Perú, Brasil, Argentina, Colombia, Chile y Ecuador.
Antes de la crisis, más de 74 millones de pasajeros eran transportados anualmente por LATAM, la cual operaba con una cifra de empleados superior a las 42,000 personas.
En el actual escenario internacional otras importantes compañías aéreas adoptaron decisiones similares a la chilena-brasilera. Airlines Group (IAG), propietario de British Airways, Iberia y Vueling, entre otras, recortará su disponibilidad “al menos en un 75%”.
Air France, la holandesa KLM, la alemana Lufthansa y Air Canadá también han anunciado una reducción entre un 70 y un 90% de sus capacidades.
El impacto de la pandemia de COVID-19, según advirtió la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA), podría provocar en 2020 pérdidas a las aerolíneas de hasta 113,000 millones de dólares en ingresos.