Cuando este jueves el presidente de Estados Unidos, Donald Trump y su rival por el cargo Joe Biden se encuentren para el último debate antes de la elección de noviembre próximo, una mujer negra será la encargada de mediar entre ambos candidatos.
La corresponsal de la Casa Blanca para la cadena NBC, Kristen Welker, ha sido la elegida por la Comisión de Debates Presidenciales para moderar el encuentro previsto para la noche de este jueves en la Universidad Belmont de Nashville, convirtiéndose de inmediato en una figura que todos quieren conocer.
Lo primero que debes saber sobre ella es que será apenas la segunda mujer negra en moderar un debate presidencial, luego de que Carole Simpson lo hiciese en el segundo de los encuentros entre George H.W. Bush y los candidatos Bill Clinton y Ross Perot en 1992.
La ex corresponsal de ABC News y Welker mantienen una estrecha relación, como ha recordado el diario Los Ángeles Times al recordar las palabras de elogio de esta última hacia la veterana reportera durante la 7ma edición de los Premios “Annual Washington Women in Journalism”.
Asimismo, Kirsten Welker es uno de los pocos miembros de la prensa liberal de los Estados Unidos en haber sido felicitada por el presidente Donald Trump, cuando en enero pasado elogiase en conferencia de prensa su ascenso a copresentadora del programa “Weekend Today” como “una sabia decisión”.
No solo contó con la aprobación del presidente, sino que su asesor senior Jason Miller la destacó como una periodista justa y seria en sus enfoques, así como “una muy buena opción para este tercer debate”.
Desde luego, la elección está sustentada en una experiencia cubriendo Washington que se remonta a unos diez años atrás, cuando ingresó en las filas de NBC procedente del canal WCAU en su natal Filadelfia.
Tras un periplo inicial en el buró de la cadena en Los Ángeles, fue asignada para cubrir la presidencia a finales de 2011, escalando rápidamente posiciones en el complicado mundo de la prensa en la capital estadounidense.
A sus 44 años, Welker ha cubierto la vicepresidencia de Joe Biden durante el mandato de Barack Obama, así como todo el primer término de Donald Trump al frente de la Casa Blanca.
Por lo tanto, con esta asignación Welker se encuentra cumpliendo un sueño, ya que es una “fanática” de la política en su país y sus superiores la reconocen como tal.
Y cuenta con el apoyo de su esposo desde 2017, un ejecutivo de marketing de la firma Merck llamado John Hughes, quien ha dicho públicamente que no ha sido fácil mantener una relación con una persona tan ocupada.
Sin embargo, Welker recibió de parte suya un curioso regalo durante una cita, mientras se preparaba para cubrir los debates entre Obama y Hillary Clinton en 2016: un crucigrama presidencial hecho por él mismo y con notas manuscritas.
