Republicanos y demócratas pueden no estar de acuerdo en muchas cosas, pero sobre la manipulación y censura en redes sociales parece haber consenso entre los dos partidos, si bien por razones distintas, como se vio este 17 de noviembre en una audiencia del Senado ante la que comparecieron los directivos de Facebook y Twitter.
La audiencia, la segunda en menos de un mes, tuvo lugar cuando las redes sociales se encuentran bajo presión tanto de la izquierda como de la derecha por su manejo de los contenidos políticos durante la dura campaña presidencial estadounidense.
Los republicanos recordaron la censura a publicaciones del presidente Trump y, en general, de las opiniones conservadores, mientras los demócratas sacaron a colación los beneficios que obtienen las grandes empresas con la extracción de datos personales.
Entre los primeros en apuntar su disconformidad estuvieron los senadores cubanoamericanos Ted Cruz (Texas) y Marco Rubio (Florida). El primero ya le había recordado a Dorsey en la primera audiencia, en octubre, que no tenía derecho a decidir lo que el pueblo estadounidense deseaba escuchar. Mientras, Rubio se refirió a los criterios de objetividad.
“La ‘verificación de hechos’ —fact checking— requiere que alguien determine cuáles son los ‘hechos’. Una vez que las empresas de redes sociales se convirtieron en censores o comenzaron a decidir qué es la verdad, se convirtieron en editores y ya no deberían estar protegidas”, recordó el senador por la Florida.
El senador republicano Lindsey Graham, quien preside la audiencia del Comité Judicial, advirtió a Zuckerberg y Dorsey que se necesitan nuevas regulaciones para garantizar que las principales plataformas sean responsables de las decisiones sobre eliminar o filtrar los contenidos o permitir que permanezcan en línea.
“Parece que ustedes son los editores finales”, dijo en la apertura mientras cuestionaba las decisiones de ambas plataformas de limitar la distribución de un artículo del New York Post sobre una mala conducta que involucra al hijo de Joe Biden, durante la campaña.
Graham dijo que la ley conocida como Sección 230, que otorga inmunidad a los servicios en línea por el contenido publicado por otros, “debe cambiarse”.
Mientras tanto, los demócratas también señalaron lo que, ante sus ojos, son las malas prácticas de estas empresas. Pusieron como ejemplo los comentarios en Facebook de Steve Bannon, el ex asesor principal del presidente Trump, quien pidió la defenestración de Anthony Fauci y las publicaciones en grupos de Facebook que difunden falsas teorías conspirativas sobre el fraude electoral.
El senador demócrata Richard Blumenthal también pidió una reforma de la Sección 230 mientras reprendía a las redes sociales por lo que considera que fue una actuación inadecuada sobre la desinformación política por parte del presidente Trump.
“El presidente ha utilizado estas plataformas para difundir falsedades dañinas en un aparente intento de anular la voluntad de los votantes”, dijo. El legislador agregó que las grandes plataformas “se han beneficiado enormemente de la extracción de datos sobre nuestras vidas privadas y la promoción del discurso de odio y la anulación de los votantes”.
Su colega republicano Mike Lee, por su parte, criticó que “sus plataformas adoptaran un abordaje partidista muy notorio en lugar de uno neutral para la moderación del contenido relacionado con las elecciones... apenas unos días antes de las elecciones”.
Tanto Dorsey como Zuckerberg dijeron que estaban abiertos a la reforma de la Sección 230 y repasaron sus esfuerzos para frenar la desinformación dañina durante la campaña electoral.
“Reforzamos nuestra aplicación contra las redes de conspiración y otros grupos para ayudar a evitar que usen nuestra plataforma para organizar la violencia o los disturbios civiles en el período posterior a las elecciones”, dijo Zuckerberg.
También señaló que Facebook había eliminado las afirmaciones falsas sobre las condiciones del voto y había etiquetado con advertencias más de 150 millones de piezas de contenido marcadas por verificadores independientes.
Dorsey, por su parte, dijo que filtrar en Twitter no fue el resultado de un sesgo, a pesar de que los conservadores afirmen lo contrario. Al filtrar el contenido, “todas las decisiones se toman sin utilizar puntos de vista políticos, afiliación partidaria o ideología política”, dijo en su discurso de testimonio.
“Las reglas de Twitter no se basan en una ideología o un conjunto particular de creencias. Creemos firmemente en ser imparciales y nos esforzamos por hacer cumplir nuestras reglas de Twitter de manera justa”.
Twitter y Facebook han estado sometidas a una fuerte presión para eliminar lo que muchos ven como información errónea y dañina sobre las elecciones, mientras se defienden de afirmaciones de que han suprimido deliberadamente ciertas opiniones políticas.
Una semana antes de los comicios presidenciales en EEUU, Zuckerberg, Dorsey y Sundar Pichai, de Google, fueron interrogados por teleconferencia sobre cómo supervisan y moderan el contenido político en la web y, argumentaron que la Sección 230 de la Ley de Decencia en las Comunicaciones —que protege a las firmas de responsabilidad por contenido publicado por sus usuarios— es crucial para la libre expresión en internet.