El régimen cubano desamparó durante 23 años a familias cubanas víctimas de un derrumbe en Centro Habana. El pasado jueves 30 de diciembre y en conmemoración del 62 aniversario de la “Revolución Cubana” la dictadura les entregó nuevos apartamentos.
El medio oficialista Tribuna de La Habana informó que las actuales viviendas se sitúan en el sitio donde antes la Empresa de Suministro de Medicamentos tenía sus almacenes. La remodelación del espacio comenzó en enero de 2020.
Geolbis Denis Martínez integra una de las once familias beneficiadas y aseguró al periódico estatal que: "hace 23 años que esperaba un momento como este, estoy feliz de poder ser partícipe de tan valioso gesto humano y de dar este placer a un pueblo que merecía y esperaba ansioso que se cumpliera el sueño de tener un hogar".
Según un informe reciente del Observatorio Cubano de Derechos Humanos casi la mitad de los inmuebles del país necesitan reparación y un 11 por ciento de las familias cubanas viven en sitios con peligro de derrumbe.
Las cifras oficiales exponen que el fondo habitacional de la isla es aproximadamente de 3 millones 824 viviendas. Las autoridades señalan que el déficit habitacional supera el millón 331 mil casas, indica un reporte de agosto de 2019 publicado en el sitio oficialista Cubadebate.
El estado del parque inmobiliario nacional es penoso, la prensa independiente se ha hecho eco en 2020 de los temores de miles de cubanos cuyas vidas peligran por posibles derrumbes. Sin embargo, los medios oficiales prefieren guardar silencio.
La Habana, ciudad capital y el territorio con mayor densidad poblacional de Cuba, mantiene un déficit de 206 mil viviendas, según las últimas estadísticas publicadas en 2017. Estos últimos años la provincia ha registrado frecuentes derrumbes que engordan las cifras de personas que a la espera de un nuevo techo.
Las zonas capitalinas más afectadas son La Habana Vieja, el Cerro y Centro Habana. En municipios abundan edificios y casas con una situación arquitectónica precaria y en peligro de derrumbe.
Esta situación se agravó el pasado año con el paso de un intenso tornado que azotó la ciudad y dejó siete muertos, casi 200 heridos, unas 7,800 casas dañadas y más de 10,000 desplazados.
También durante el 2020 tres niñas habaneras perdieron la vida al desprenderse un balcón en la Habana Vieja. Otro derrumbe en marzo dejó un saldo de un muerto y varios heridos. Y en octubre pasado una anciana de 74 años perdió la ida atrapada en un derrumbe.