Autoridades del estado Bolívar, en el este de Venezuela, confirmaron la detención de dos personas que estarían vinculadas con la matanza ocurrida el 22 de noviembre en la población indígena Ikabarú, ubicada en Gran Sabana, a unos 30 kilómetros de la frontera con Brasil.
Justo Noguera, gobernador del estado de Bolívar, dijo que el móvil de la masacre, en la que murieron ocho indígenas, apuntaba a que “fue un cambio o un intento de cambio por el control del territorio en el sector minero”, según un reporte del portal digital El Pitazo, publicado este viernes.
El funcionario no reveló los nombres de los detenidos, ni qué nivel de involucramiento habrían tenido en la masacre, acotó el portal.
Tampoco explicó cuáles grupos se disputaban la zona de Ikabarú, y ante la insistencia de la prensa por obtener más detalles, respondió que sería Néstor Reverol, ministro de Interior y Justicia de Nicolás Maduro, quien ofrecería mayor información.
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“Nos abocamos nosotros mismos en el terreno, caminando de noche, de madrugada, investigando, hasta que dimos con dos de los responsables convictos y confesos y ya tenemos un indicio de cómo llevar las investigaciones”, explicó.
Sostuvo que los dos supuestos implicados serán entregados a las autoridades del Ministerio Público para el proceso judicial correspondiente, detalló El Pitazo.
“Lo que sí queda claro para el pueblo del estado Bolívar es que nosotros no permitiremos ningún ataque contra minero o minera. Nuestro territorio está siempre seguro, nuestros pueblos originarios se respetan”, dijo, y llamó “situación fortuita” a lo ocurrido en el poblado fronterizo.
El gobernador estuvo acompañado por el almirante William Serantes Pinto, jefe de la Región Estratégica de Defensa Integral Guayana, quien afirmó que la situación en Ikabarú está controlada, “la situación es de completa calma, completa normalidad, completa atención por parte del gobernador”.
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Recientemente, Luisa Ortega Díaz, fiscal en el exilio, aseguró por medio de un tuit tener elementos que implicaban en la masacre al mismo gobernador Justo Noguera, de acuerdo con el Pitazo.
Al respecto, Serantes Pinto respondió: “Cuando estamos haciendo patria y buscando la paz del pueblo, seguiremos siendo atacados, la orden es erradicar cualquier grupo armado que quiera subvertir el orden interno”.
Líderes indígenas del pueblo Pemón han asegurado que la matanza fue producida precisamente por funcionarios del gobierno de Nicolás Maduro para tomar el control de este sector donde se extrae oro, diamantes y otros minerales.
Otras versiones apuntan a que los atacantes pertenecen a la banda criminal conocida como el "Sindicato del Ciego", que busca el control de las minas en la región. Entre los fallecidos se encuentra un sargento de la Guardia Nacional identificado como Antonio Perera, quien residía en Santa Elena de Uairén, tal como lo reportó en su momento ADN Cuba.