Cuba hoy: socialismo sin subsidios y capitalismo sin libertades

El régimen cubano intenta combatir la inflación provocada por el reordenamiento monetario con subida de los salarios y pensiones, aunque expertos consideran que no es suficiente.
Ancianos cubanos
 

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La Ley de Seguridad Social cubana es insuficiente, según el análisis del joven economista y sociólogo cubano, Ángel Rodríguez Pita, quien opina que la realidad que se vive en Cuba desampara aún más a la población vulnerable, a pesar de lo que afirma el discurso triunfalista de algunos dirigentes.

“Indudablemente estamos frente a una crisis estructural del sistema. Estamos frente a un proceso de cambio orientado a un cambio del modelo económico, a la construcción de un socialismo sin subsidios y un capitalismo reconocido abiertamente por no tener libertades”, asegura el estudioso del emprendimiento y la economía cubanos.

Con la llegada de la unificación monetaria y el ajuste de los salarios y las pensiones, también llega un desproporcionado aumento de precios en los artículos de primera necesidad, una combinación peligrosa para los más vulnerables de la sociedad, que no son pocos.

Rodríguez Pita considera además que lo estipulado por el Decreto Ley 25 del Consejo de Ministros, modificativo del reglamento de la Ley de Seguridad Social, es insuficiente y su aplicación está cargada de burocracia.

“Las direcciones de trabajo municipal serán el órgano encargado de recepcionar las solicitudes de asistencia social para entregar prestaciones monetarias eventuales o temporales”, explica el experto quien alerta que esto es lo más lamentable.

“Las temporales serán por un período menor al de un año y no mayor al salario mínimo. También se incluirá un grupo de servicios sociales, comunitarios e institucionales que buscarán complementar las actividades diarias de los implicados, aunque se excluye del proceso, la pobre calidad que presentan estas ofertas a nivel local”, criticó.

El 10 de diciembre el gobernante cubano Miguel Díaz-Canel reveló que el reordenamiento monetario y cambiario comenzaría el primero de enero, fecha tras la cual desaparecería paulatinamente, en un plazo no mayor a seis meses, el peso cubano convertible (CUC).

La medida provocará inflación, que el gobierno intenta combatir con la subida de los salarios y pensiones, aunque expertos consideran que no es suficiente.

Al respecto, varios economistas vaticinan una escalada inflacionaria que reducirá aún más los aumentos de salarios y pensiones anunciados por el régimen para equiparar los precios internos con su valor real en dólares.

La largamente pospuesta unificación monetaria consistirá en la desaparición del peso convertible o CUC, creado en 1994 y equivalente al dólar, lo que dejará al peso cubano (CUP), equivalente ahora mismo a 4 céntimos de dólar, como la única moneda local.

La llegada de la unificación monetaria ha provocado que cientos de cubanos acudieran a los bancos y casas de cambio para deshacerse de los CUC, que se devaluaron frente al dólar en el mercado informal.

La eliminación de la doble moneda llega en un momento de fuerte crisis económica. El parón del turismo por la pandemia de coronavirus ha agudizado la ya precaria situación financiera de la isla, golpeada por el endurecimiento del embargo de Estados Unidos, y la crisis de su aliada Venezuela y la tardanza en aplicar las reformas diseñadas para actualizar su sistema centralizado.

Esta necesidad de divisas ha llevado a Cuba a aplicar una "dolarización parcial" de su economía con polémicas medidas en los últimos meses como la apertura de supermercados y comercios en los que no se aceptan las monedas locales y solo se puede pagar en divisas con tarjeta. 


Redactado con información de ADN Cuba y Radio Televisión Martí.