Entre los servicios que subirán de precio como parte del llamado “ordenamiento” monetario y cambiario en Cuba también está el del abasto de agua potable, que para el sector residencial contempla incrementos progresivos atendiendo al consumo y podría implicar que el metro cúbico del vital líquido cueste hasta 21 pesos cubanos, poco menos de un dólar.
En uno de los acuerdos del Consejo de Ministros contenidos en la Gaceta Oficial No. 68 Extraordinaria del 10 de diciembre de 2020 se establece que para el servicio de abasto de agua por acueducto se cobrará a los domicilios sin servicio metrado una tarifa fija al mes por habitante de siete pesos cubanos, mientras que a aquellos con servicio metrado el cobro irá en proporción con el consumo mensual.
De tal suerte, la nueva tarifa establece que para consumos domésticos de hasta tres metros cúbicos de agua se deberá pagar 1,75 pesos por cada uno y por habitante, mientras que los metros cúbicos que se consuman entre tres y 4,5 costarán el doble: 3,50 pesos.
Los metros cúbicos que consuma un domicilio más allá de los 4,5 y hasta seis tendrán un valor cada uno de 5.25 pesos por habitante, y los ubicados entre seis y 7,5 de siete pesos. Entre ese límite y hasta 8,5 el metro cúbico por habitante costará 10,50 pesos, mientras que los que se consuman más allá de ese valor deberán pagarse a 21 pesos por cada persona que resida en el domicilio.
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Además de la tarifa para el cobro del agua, como parte de su “Tarea Ordenamiento” el régimen ha dispuesto incrementos en las tarifas del servicio eléctrico y trámites legales que no son proporcionales con el aumento salarial que decretó, lo que ha generado incertidumbre y preocupación entre los cubanos.
Muchos temen que a partir del 1 de enero sus ingresos le alcancen para menos, dado que la escasez generalizada en la isla también ha forzado un alza en los precios de los alimentos y los bienes y servicios que oferta el limitado sector privado.