La empresa Ferrocarriles de Rusia y el gobierno cubano firmaron un acuerdo adicional para el contrato de reconstrucción y modernización de la infraestructura ferroviaria del país caribeño, comunicó la compañía rusa.
Según la comunicación, el acuerdo asciende a 92 millones de euros [más de 102 millones de dólares].
"El acuerdo adicional contempla la elaboración del plan general de desarrollo de la red ferroviaria de Cuba y el diseño del centro único de control de transporte y de la estación de reparación y mantenimiento de la maquinaria ferroviaria", dice la nota.
Además, en el nuevo convenio está previsto que 600 trabajadores ferroviarios cubanos recibirán cursos de capacitación en Rusia.
A principios de octubre, Ferrocarriles de Rusia y Cuba cerraron un contrato por valor de 1.880 millones de euros para la reconstrucción y modernización de la infraestructura ferroviaria cubana.
El proyecto prevé el diseño, reparación y modernización de más de 1.000 kilómetros de la infraestructura ferroviaria del país latinoamericano utilizando la tecnología, materiales y equipos rusos.
El año pasado, Cuba abrió su ferrocarril a la gestión extranjera, con nuevas leyes que permitían “como aspecto novedoso” la explotación “en todo o en parte” de “las vías férreas, instalaciones y material rodante” en el país por “una persona natural o jurídica, nacional o extranjera”, según informó en su momento el asesor del Ministerio cubano de Transporte (Mitrans), Edmundo Ronquillo.
El nuevo decreto ley de los ferrocarriles buscaba la revitalización del sector, que colapsó durante la década de 1990 y aún no se ha recuperado debido al mal estado de las vías y la obsolescencia tecnológica de los equipos, algunos con cuatro o más décadas de explotación.
Cuba fue el octavo país en poseer ferrocarril con locomotoras de vapor, en 1837, nueve años antes que España, que controló las vías cubanas hasta que en 1898 éstas pasaron a operar con capital estadounidense y en 1959 fueron nacionalizadas tras el triunfo de la Revolución Cubana.
En la actualidad la isla posee más de 4.000 kilómetros de vías públicas, donde transitan en su gran mayoría locomotoras diesel, y unos 7.000 kilómetros dedicados al transporte del azúcar, aunque una parte ha quedado en desuso tras el desmantelamiento de una gran cantidad de fábricas en la década pasada.
(Con información de Sputnik)