Legitimación de la protesta: solar de "Patria o Muerte" en la Habana Vieja imita a vecino de “Patria y Vida”

Vecinos de dos solares habaneros, con actitudes habitualmente distintas ante al régimen, legitimaron este domingo la protesta ciudadana como una vía de hacer actuar al gobierno y atender los reclamos y necesidades
Vecinos del número 419. Foto: Esteban Rodríguez
 

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No fue necesario que los residentes del solar habanero ubicado en el número 409 de la calle Villegas, entre Teniente Rey y Muralla, en la Habana Vieja, saliesen a protestar a la calle en la tarde de este domingo, como habían anunciado, por las pésimas condiciones higiénicas del lugar.

Luego del video en vivo, Esteban Rodríguez a través de las plataformas de ADN Cuba, las autoridades enviaron un camión que en poco tiempo resolvió la situación de las aguas albañales, demostrando que los cinco meses que los residentes en el solar tuvieron que vivir entre heces y desechos no obedecieron a falta de recursos, sino presumiblemente a desidia gubernamental.

Bastó la determinación ciudadana y su advertencia de manifestarse, así como el consecuente temor de la autoridad a las protestas, para que los representantes del régimen en el territorio actuasen.

Según explica Rodríguez, hubo otro detalle curioso en la jornada. 

Los residentes en el solar del número 419 de la misma calle, al ver que sus vecinos habían resuelto con la advertencia, decidieron lanzarse a la calle para impedir que el camión se fuera sin resolverles a ellos el mismo problema.

“El otro solar es donde vive la delegada. Es como el solar de ‘Patria o Muerte’, de comunistas, y han tenido que imitar al de ‘Patria y Vida’, que es donde vivimos gente dispuesta a lo que sea por la libertad de Cuba”, detalla el activista, aludiendo a las consignas que hoy se enfrentan en Cuba entre defensores del régimen y cubanos que claman por un cambio político y la democratización.

“Se tiraron para la calle y no permitieron que se fuera el camión. Tuvieron que imitarnos para conseguir algo, si no, se mueren con la pudrición. Ya les están resolviendo el problema”, agrega Rodríguez sobre lo acontecido, que más que nada legitima a la protesta ciudadana como una acción válida para resolver problemas cotidianos y elevar demandas al gobierno.

Manifestarse, vía para hacer actuar al gobierno

Que dos solares habaneros hayan resuelto problemas higiénicos de meses a partir del mero anuncio de una protesta evidencia que la manifestación popular, lejos de subvertir el orden ciudadano, como pretende hacer creer siempre el régimen, puede ser útil para que el gobierno escuche y atienda a “los de abajo”, esos que más sufren la crisis crónica de Cuba.

En horas de la mañana, los residentes del primer solar, el de “Patria y Vida”, según refiere Rodríguez, compartieron su hastío e indignación con las condiciones higiénicas del lugar, que se inunda de aguas albañales, y anunciaron una protesta para la tarde si no se les daba una respuesta convincente.

En una directa a través de las plataformas de esta revista, el mencionado  activista, residente en el lugar, explicó que las más de 20 familias que viven allí llevan más de cinco meses soportando el hedor de las aguas albañales y exponiéndose a riesgos para su salud.

Estamos hablando del COVID, pero mira cómo está la pudrición aquí”, afirmó Rodríguez, uno de los acuartelados de San Isidro en noviembre pasado. “Si a la una de la tarde aquí no ha venido nadie y no hay respuesta, el solar entero va para la calle con carteles”, anunció

Según expuso, en el solar hay niños chiquitos, personas ancianas y otras más en situación de vulnerabilidad. De la situación conocen todos los factores institucionales de la comunidad, pero hasta el momento no han actuado.

“Aquí ha venido todo el mundo: jefe de Sector (Policía), Delegado (Poder Popular), del Policlínico (Salud), y ninguno hace caso. Vamos a tomar la calle, exigiendo nuestro derecho. Nadie hace nada”, subrayó Rodríguez.

Finalmente, no hizo falta tomar las calles. Sin represión policial quedó resuelto el problema y no sólo para los primeros que alzaron la voz, sino también para acólitos del régimen o ciudadanos inertes que tuvieron que imitar a sus vecinos valientes.

 

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