Emprendedores cubanos consideran que el ordenamiento monetario será un duro golpe para los cuentapropistas, quienes realizan sus operaciones en CUC y CUP, las monedas que se verán afectadas con la unificación.
Las autoridades cubanas informaron que el proceso de unificación monetaria implicará una devaluación del peso cubano (CUP) frente al dólar y la desaparición del CUC, un circulante especial que sustituye a la moneda estadounidense en el mercado interno.
El bicitaxista José Carlos Fernández, residente en Ciego de Ávila, dijo que el Estado ya les incrementó el impuesto, sin embargo, ellos no pueden aumentar el precio por el servicio que ofrecen. “Realmente no alcanza el dinero que nos queda ni para comer”, afirmó.
“Nosotros no recibiremos ningún beneficio con el proceso de ordenamiento de la moneda. Ya nos aumentaron el pago de la patente y de la seguridad social. Los cuentapropistas están inconformes, y cuando abran y tengamos autorización para trabajar nuevamente, ya nos estamos organizando para ir al Gobierno para ver qué respuesta nos van a dar”, adelantó Fernández.
El activista Guillermo del Sol, quien trabaja en el sector privado, calificó de discriminatorias las medidas que aplicará el Gobierno con la unificación monetaria. Añadió que hay muchos privados que están muy molestos porque no tendrán manera de recuperar los dólares invertidos.
“A partir de este proceso las empresas particulares tienen que comprarle la materia prima al Estado en moneda fuerte, es decir, en dólares. Sin embargo, sus producciones, el gobierno se las va a comprar en moneda nacional (CUP)”, señaló Del Sol.
Pedro Acosta trabaja en un negocio familiar, el paladar Doña Ceci, en el Casino Deportivo —Cerro, La Habana—, que permanece cerrado por la pandemia. Comentó que el propósito del Estado es continuar lacerando al sector privado, porque es ilógico que tenga que comprar en divisas los suministros al gobierno y vender luego sus productos en moneda nacional.
“La incertidumbre prima, porque a la gente no le importa que sea hoy, mañana o pasado cuando hagan el cambio. Las personas lo que quieren saber es cuánto van a dar por una moneda que les costó 25 [CUP]. Ya lo dijo el mismo Marino Murillo, que el peso cubano se devaluaría”.
El vendedor de libros en la Habana, Pedro Luis García, dijo sentirse pesimista sobre su futuro como emprendedor privado. García lleva siete meses sin trabajar por la COVID-19.
“El sector privado no tiene ninguna expectativa. Estamos en un limbo porque puede haber un aumento en el pago de las licencias. También se aumentarán las tarifas de electricidad y otros gastos”, subrayó.
Desde Santa Clara, el operador de una cafetería, Yoel Espinosa Medrano, piensa que el proceso que se avecina causará que muchos cuentapropistas entreguen sus licencias.
“La contratación de fuerza laboral la subieron un poco más, así como el derecho a la licencia, y ya están poniendo el pie sobre el freno, diciendo que nosotros, los particulares, no podemos aumentar los precios en nuestros respectivos negocios”, dijo Espinosa Medrano.
Según el cuentapropista, el hecho de enfrentar un incremento de los gastos y cobrar el mismo dinero por el servicio, un precio que les impone el Estado, los llevará a todos a la quiebra. “Creo que eso es lo que está tratando de hacer el gobierno, cortarle las alas al sector de trabajadores por cuenta propia”, concluyó.
Redactado con información de Radio Televisión Martí.